Venerable María: Los verdugos trajeron a Nuestro Salvador a la caseta de vigilancia, donde, otra vez, fue despojado de su ropa de la forma más cruel e insultante.
San Alonso: He aquí que los soldados le despojan de nuevo; y tratándole como un rey burlado, ponen sobre Él una vestidura púrpura, que no era otra cosa que un manto deshilachado … y sobre Su cabeza un manojo de espinas … Esta tortura de la corona de espinas fue una de las más dolorosas; en la medida en que penetraron en toda la Sagrada Cabeza del Señor, la parte más sensible … fue también esa tortura de Su Pasión la que duró más tiempo, ya que Jesús sufrió por las espinas hasta su muerte…
La opinión común de los autores está de acuerdo con la de San Vicente Ferrer, que la corona fue entrelazada con varias ramas de espinas y formada como un casco o sombrero, así que cubría toda la cabeza, hasta la mitad de la frente.
Dr. Buckley: En la frente y en el cuero cabelludo hay una serie de manchas de sangre…. Esto aparece no sólo en la parte delantera de la frente, sino también en la parte posterior del cuero cabelludo y en lo alto, en el vértice de la cabeza… La configuración dice que el implemento era como una capa que descansaba en la cabeza.
Venerable Maria: En su Sagrada cabeza colocaron una red tejida con espinas para representar una corona. Esta red estaba compuesta de grandes y fuertes espinas con puntas muy agudas y presionaron con tanta fuerza que muchas de las espinas le perforaron Su cráneo. El dolor de la coronación de espinas fue uno de los mayores que el Hijo de Dios sufrió en Su Pasión.
(Nota: Los expertos dicen que las espinas eran probablemente dos o tres pulgadas de largo, ya que este tipo abunda en Palestina.)
Teresa: La Sangre fluye por toda Su cara que muestra signos de intenso dolor durante este terrible trato.
San Alfonso: Y, como dice San Lorenzo Justiniano, con San Pedro Damián, las espinas eran tan largas que penetraron hasta el cerebro … Según la revelación de Santa Brígida: “Tantas corrientes de sangre bajando por Su rostro, llenando el cabello, los ojos y la barba, no parecía ser más que una masa de Sangre.”
Estabas dispuesto a ser coronado de espinas
para obtener para nosotros una corona de gloria en el cielo.
Josefa: Mientras se presentaban ante Mí… algunos Me insultaban, otros Me golpeaban salvajemente en la cabeza y cada uno añadía nuevas agonías a las que ya atormentaban Mi Cuerpo.
Teresa: Escupen en su rostro y se ríen incontrolablemente por la indefensión del prisionero. Nuestro Salvador a menudo abre Su boca como para obtener más aire y como si tuviera sed. En esto, uno de ellos escupe directamente en Su boca; esta forma de insulto aflige profundamente a nuestro Divino Salvador.
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Compilado y © 1993 por Terry A. Modica
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