Segundo Misterio Luminoso

[ ORACIONES ]

JESÚS SE REVELA EN EL MILAGRO DE CANÁ

Meditación para el Segundo Misterio Luminoso:
El tercer día, hubo una boda en Caná en Galilea y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos también fueron invitados a la boda. Cuando se había terminado el vino, la madre de Jesús le dijo: “No tienen más vino.” Jesús le respondió: “Mujer, ¿cómo es que esto me concierne a mi? Mi hora no ha llegado aún.” Su madre le dijo a los que servían: “Hagan lo que él les pida.”

Y cuando el mesero principal probó el agua que se había convertido en vino, sin saber de donde había provenido (aun cuando los que servían y que habían puesto el agua, si lo sabían), llamó al novio y le dijo: “Todos sirven el mejor vino primero y cuando ya la gente ha bebido libremente, sirven un vino inferior; pero tú has reservado el mejor vino para ahora.” Jesús hizo esto como una de las primeras señales para revelar su Gloria y que sus discípulos empezaran a creer en Él. (Juan 2, 1-11)

Brillamos con la luz de Cristo cuando obedecemos las instrucciones que Él nos da. Incluso cuando la tarea no tiene sentido para nosotros, si hacemos “todo” lo que que Él nos pida, Él revela su gloria en nosotros y a través de nosotros. Pidamos esta gracia en este Segundo Misterio Luminoso

Padre Nuestro, que estás en el Cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Dános hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(10x)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo;
como era en el principio,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
¡Amén!

Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados,
sálvanos del fuego del infierno
y guía a todas las almas al Cielo,
especialmente a aquellas que necesitan más de Tu Misericordia.