Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“La oración verdadera es una vida vivida conectado con Jesús, imitando a Jesús y siendo la presencia de Jesús para los demás.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Lunes de la 7ma. Semana del Tiempo Ordinario
Febrero 20, 2023
Oración para hoy:
Señor Jesús: aumenta nuestra fe y nuestra convicción de que la oración sincera y confiada todo lo puede. Amén.
Encuentra el Santo de hoy
BuenasNuevasCatolicas.org/santos-diarios
Lecturas de hoy:
Sirácides 1, 1-10
Salmo 93 (92), 1-2.5
Marcos 9, 14-29
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/022023.cfm
El poder de una vida de oración
En nuestra lectura del Evangelio de hoy, los discípulos han fallado en el ministerio, y el padre del niño poseído se pregunta si Jesús puede conceder su petición. Ambas situaciones son buenos ejemplos de por qué nuestra propia fe vacila.
Al igual que los discípulos, vemos los fracasos como razón para dudar de nuestra capacidad de hacer las obras de Dios. Al igual que el padre, nos preguntamos si Dios realmente tiene suficiente poder o suficiente compasión o incluso el tiempo suficiente para darse cuenta de nosotros y responder a nuestras oraciones.
En la respuesta del padre a Jesús, ¿por qué dijo “si”? ¿Con qué frecuencia oramos con una actitud de “si”? ¿Puede Jesús ayudarnos siempre que lo pidamos? Por supuesto que puede – si lo que buscamos está dentro de la voluntad de Dios. ¡Ahh, pero hay otro “si”! Así que volvamos el “si” sobre nosotros mismos. Si conocemos a Dios, conocemos su voluntad (se explica claramente en las Escrituras y en las enseñanzas de la Iglesia) y sólo queremos lo que él quiere. ¿No es así?
¿Dudamos de la compasión de Cristo? ¿Creemos que no es lo suficientemente amoroso y bondadoso como para responder a nuestras oraciones? Por supuesto que lo es: Dios es Amor, y no importa lo indignos que somos, él es bueno con nosotros. Es imposible para él ser indiferente. Incluso su disciplina es buena para nosotros, aunque tal vez no lo sintamos así en ese momento. Por lo tanto, siempre que rezamos, debemos decirle: “Gracias por ser tan bueno conmigo, yo creo, ayúdame a vencer cualquier incredulidad que todavía esté dentro de mí”.
Siempre que la palabra “SI” aparece en nuestras oraciones, debemos preguntarnos por qué. ¿Estamos enfocados en la evidencia de un desastre potencial o en la bondad de Dios? Si nuestros ojos no están en Jesús y todo el bien que ya ha hecho por nosotros, nuestras oraciones serán contestadas de maneras inesperadas y no nos daremos cuenta de lo que ha hecho. ¡Perderemos sus soluciones a nuestros problemas! O por lo menos estaremos miserablemente esperando que suceda.
Entender lo que Jesús quiso decir: “Este tipo de espíritu sólo se puede expulsar con la oración.” Ciertamente los discípulos habían orado mientras intentaban expulsar al demonio. Incluso un simple “¡Fuera!” con la autoridad que nos ha dado Jesús es una oración genuina. ¿Qué hicieron mal los discípulos?
Nuestras oraciones son sólo ruido si no creemos que Dios realmente se preocupa. Para evitar vacilaciones entre la creencia y la incredulidad, nuestras oraciones deben ser más que palabras. Nuestras oraciones necesitan ser una forma de vida.
No podemos pasar unos minutos al día hablando con Dios y luego esperar a sentir su presencia cuando una crisis golpea. Debemos permanecer conscientes, momento a momento, de su amor constante, de su cercanía constante, de su constante guía.
La verdadera oración es una vida vivida conectada con Jesús, imitando a Jesús, y siendo la presencia de Jesús para otros. En un estilo de vida de oración, nuestros corazones se vuelven constantemente a Dios, incluso mientras nuestros pensamientos están ocupados con las tareas del día.
Para desarrollar este estilo de vida, ora cada día: “Jesús, yo creo que te preocupas por mí, ayúdame a mantener mis ojos en ti”.
© 2023 por Terry A. Modica
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