Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Y una voz vino de los cielos: “Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco.” (De Marcos 1, 7-11)
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Sábado de la Semana de Navidad
Enero 6, 2024
Lecturas de hoy:
1 Juan 5, 5-13
Salmo 147, 12-15.19-20
Marcos 1, 7-11
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/010624.cfm
Cómo Reconocer la Voz del Padre
¿Sabes por qué Jesús fue bautizado? No necesitaba arrepentirse como todos los que fueron a escuchar a Juan el Bautista.
Treinta años antes, Jesús se había humillado para ser uno de nosotros, uniéndose a los pecadores para poder cargar sobre sí el castigo por nuestros pecados. Ahora aquí, al comienzo de su ministerio público, se entregó al bautismo en agua para que, cuando nosotros fuéramos bautizados, él estuviera en el agua con nosotros, llevándonos a una nueva vida, la vida santa, la vida eterna.
Todo lo que Jesús hizo fue para revelar, con su ejemplo, no sólo cómo es realmente el Padre, sino también quiénes somos nosotros. Como Hijo de Dios, les muestra a los hijos de Dios para qué nos creó el Padre y cómo podemos vivir como hijos de Dios.
Por lo tanto, cuando Jesús fue bautizado y el Espíritu Santo descendió sobre él y el Padre dijo: “Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco,” nos mostró con ese ejemplo lo que sucede en el bautismo de cada persona.
El Espíritu Santo descendió sobre ti y el Padre dijo: “¡Tú eres mi hijo amado; en ti me complazco!”
¿Encuentras que es difícil creer esto? Sí, es cierto que él sabe lo que hacemos mal. Sí, él sabe cómo hemos pecado y de qué pecados no nos hemos arrepentido aún. Pero también sabe cuánto deseas ser uno de sus hijos verdaderos. Él sabe que tú deseas ser santo. Sabe que estás trabajando en ello, mejorando día a día, tal vez semana a semana. El Padre está muy complacido contigo porque tú no estás rechazándolo sino que estás buscando acercarte más a él. El Padre está muy complacido contigo porque estás interesado en sanar la imagen que tienes de él. El Padre está muy complacido porque tú deseas pasar la eternidad con él.
¿Cómo piensas que suena la voz del Padre cuando te dice que está complacido contigo? ¿Puedes recordar a uno de tus padres, un maestro o consejero que te haya alabado porque algo que tú dijiste o hiciste fue muy placentero? Proyecta la sonrisa y la voz de esa persona sobre Dios Padre.
Pero ¿qué pasa con tus pecados? ¿Cómo suena la voz del Padre cuando pecas? ¿Es fría? ¿Denigrante? ¿Aterradora?
Hay una gran diferencia entre la voz de regaño de un padre humano y la voz correctora de Dios Padre. Al Demonio le gusta falsificar el rol del Padre. El diablo abusa de nuestros recuerdos de ser regañados por humanos que estaban disgustados con nosotros. Sabe cómo presionar tus botones y hacerte sentir menospreciado y asustado por el desagrado de Dios.
La buena noticia es: hay una forma sencilla para destacar la diferencia entre la reprimenda del Padre y cualquier otra voz. Cuando el Padre llama nuestra atención hacia lo que hemos hecho mal, nos sentimos contentos. Sentimos la bondad detrás de la llamada a arrepentirse.
© 2024 por Terry A. Modica
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