Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Pascua es un tiempo sin fin, para correr alegremente hacia los demás para compartir la Buena Noticia.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Lunes de la Octava de Pascua
Abril 10, 2023
Oración para hoy:
Alabado seas mi Señor, porque Tú te dejas encontrar por los que esperan en ti con humildad y los llenas de gozo y esperanza de vida. Amén.
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Lecturas de hoy:
Hechos 2, 14. 22-33
Salmo 16 (15), 1-2a. 5. 7-11
Mateo 28, 8-15
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/041023.cfm
Viviendo en la buena nueva de Pascua
¿Sabes lo que se siente estar asustado y a la vez eufórico? Así se sintieron las mujeres en el Evangelio de hoy cuando se encontraron con el Señor resucitado por primera vez.
Recuerdo muchas ocasiones en las que me sentí así. Para empezar, el momento en el que nació mi primer hijo. En medio de esa increíble y sorprendente alegría, el miedo me hizo pensar: ¿podré ser lo suficientemente buena como madre para poder encargarme de las responsabilidades inimaginables que conlleva criar a un hijo para que sea un fiel sirviente de Dios? (La respuesta fue: “Sí, pero sólo con la ayuda del Espíritu Santo. Y cuando crezca y se desvíe de mis planes para él, no será porque tú fracasaste como madre; será porque el Espíritu Santo aún no terminó con él”.)
Piensa en cualquier tarea que te haya sido dada y que te haya parecido abrumadora o imposible. O piensa en cualquier tarea que Dios te haya pedido hacer pero que no creas haberla hecho bien.
Pascua no es meramente el final de la Cuaresma. La Resurrección no es meramente el final de un viejo estilo de vida o de viejos hábitos o de un viejo problema que has querido vencer. Pascua es un tiempo – un tiempo que nunca termina – durante la cual corremos hacia los demás para compartir la Buena Nueva como los primeros evangelizadores lo hicieron ese primer Domingo de Pascua. La experiencia de la resurrección es un tiempo que se debe usar para permitir que tu fe sea una fuente de alegría para aquellos que aún no conocen la alegría de tener fe en el Jesús resucitado, como las mujeres lo hicieron para los discípulos en ese día gloriosamente sorprendente.
¿Cuán abrumadora te resulta esa tarea?
Si realmente entendemos que somos el pueblo Pascual, lo cual significa que hemos sido resucitados de la destrucción del pecado, ¿cómo podemos reprimir nuestra alegría? Cuando tomamos consciencia no queremos retener esta verdad. Dejamos de lado el miedo y compartimos con los demás libremente la experiencia que nos cambió la vida.
El crecimiento durante la Cuaresma fue interno. Reflexionamos acerca de nuestra necesidad de ser perdonados. Ahora, el crecimiento es externo. Aquí es donde muchas veces nos reprimen nuestros miedos: ¿Qué pasa si nos rechazan? ¿Qué pasa si nos persiguen por nuestra fe?
Pero Jesús nos dice lo que les dijo a los primeros discípulos: “No teman”. Y ¿por qué no? La razón es simple y profunda: porque él siempre está con nosotros y porque siempre llena los vacíos de nuestras insuficiencias con su Espíritu Santo. Jesús, el Hombre, besa nuestras heridas y nos abraza en medio de nuestras persecuciones. Su Espíritu nos da sabiduría e inspiración.
La alegría del Domingo de Pascua es linda, pero seamos honestos. En nuestro día a día, ¿vivimos más por el miedo y la preocupación o por la fe y la alegría? El Domingo de Pascua es el comienzo de un tiempo. La fe Pascual es la restauración de la alegría basada en el hecho de que podemos confiar en Dios. Él sabe lo que es mejor para nosotros. Él trabaja activamente cada día en un plan que convierte los sufrimientos en victorias y las dificultades en bendiciones.
Es hora de ir más allá de la Cruz. Tenemos mucho que celebrar en Jesús. Hay personas a nuestro alrededor que necesitan vernos celebrar nuestra fe. La Buena Nueva no es BUENA nueva a menos que levante a la gente de sus miserias. Esta es la evidencia que necesita el mundo, probando que Jesús realmente sigue vivo.
Para leer más sobre este tema, utiliza nuestro PalabrasVivas: “Compartiendo la Luz de Cristo” en https://buenasnuevascatolicas.org/ministerio-de-los-laicos/ministerio-compartiendo-la-luz-de-cristo/.
© 2023 por Terry A. Modica
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