Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
La más grande obstrucción bloqueando nuestra visión de la gloria de Dios es nuestro materialismo autocomplaciente.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Lunes de la 19na. Semana del Tiempo Ordinario
Santa Clara Francisca de Chantal, Religiosa
Agosto 12, 2024
Oración para hoy:
Gracias mi Señor Jesús, porque tú me llevas a dejar todo en tus manos, me provees de lo necesario y haces que tu paz reine en mi corazón. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Ezequiel 1, 2-5.24-28c
Salmo 148, 1-2.11-14
Mateo 17, 22-27
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081224.cfm
Experimentando la gloria de Dios
¿Con qué frecuencia se te revela la gloria del Señor? Si tuvieras que describir la gloria de Dios, ¿cómo te la imaginas? La primera lectura de hoy es la visión de Ezequiel de esa gloria. Coincidía con su personalidad ardiente.
En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús saca un conejo de un sombrero, o más bien, una moneda de un pez. ¡Qué manera tan gloriosa de pagar impuestos! Tal vez podríamos hacer eso, también – pero, primero, tendríamos que ser tan activos en el ministerio como era Él y tan confiados en el deseo del Padre de suministrar todo lo que se necesita para hacerlo.
El salmo responsorial de hoy nos recuerda que el cielo y la tierra están llenos de la gloria de Dios. ¿Está llena de ella tu vida? ¡Sí! Pero, ¿la reconoces? Está a tu alrededor porque la tierra verdaderamente está llena de su gloria. El salmista no dijo: “El cielo y la tierra están llenos de la gloria de Dios, excepto donde está Terry” (reemplaza mi nombre con tu propio nombre o el de alguien por quien estés orando).
Por lo tanto, ya que esto es cierto, ¿cómo se revela la gloria de Dios en tu vida?
Estoy convencida de que la mayor obstrucción que bloquea nuestra visión de la gloria de Dios es nuestro materialismo autocomplaciente. En la cultura en la que vivo, tenemos todas las comodidades que podamos desear y mucho más. ¿Por qué necesitamos milagros si podemos almacenar dinero en el banco (para pagar nuestros impuestos, por supuesto), negando la necesidad de ir a pescar para obtener un milagro? ¿Cómo podemos ver a Jesús que nos dice dónde echar las redes, mientras estamos observando la pantalla del radar en nuestro buscador de peces?
Déjame que te cuente una historia real acerca de esto. Un día, llevé mi computadora portátil a un pequeño barco que solía tener. Mi marido y yo habíamos comprado este barco después de descubrir que estar en el agua restaura nuestra energía con bastante rapidez. Durante varios años, sirvió como mi “ermita”. Podía escribir más reflexiones en un día en este barco que dos semanas en la oficina. Sin embargo, los barcos requieren mucho mantenimiento y, (haciendo la historia corta), no podíamos continuar con él. Después de dejar este problema en las manos de Dios, tres cosas distintas se arreglaron “por sí mismas” – lo que estaba roto comenzó a trabajar – ¡Gloria a Dios!
No es pecado tener cosas materiales — algunos santos eran muy ricos — pero solamente si son usadas para la Gloria de Dios.
En cada Misa, en cada Iglesia Católica, la gloria del Señor se revela en el altar, allí mismo, delante de todos nosotros, cuando el pan y el vino se convierten — milagrosamente — en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Eso es un gran motivo para celebrar. ¿Pueden ver los demás cómo estás celebrando? La gloria de Dios que brilla en ti evangeliza a las personas que te rodean.
Cuando nuestra fe en la gloria de Dios afecta nuestra vida cotidiana, experimentamos la alegría del Señor, independientemente de pruebas y dificultades. Otros querrán lo que tenemos y así aumenta la gloria.
© 2024 por Terry A. Modica
Por favor, ayuda a los demás compartiendo esta página.
¿En qué más podemos servirte hoy? Visita nuestra página inicial.
Por favor, compártelo con los demás invitándolos a visitar esta página. También podrías imprimirlo para tu uso personal y compartir la impresión con otras personas.