Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Al usar las armas de amor que Jesús nos ha dado, vencemos al verdadero enemigo.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Jueves de la 23ra. Semana del Tiempo Ordinario
Septiembre 11, 2025
Oración para hoy:
Amado Señor Jesús: Tú me llamas a recorrer un camino nuevo y maravilloso contigo. Para seguirlo, debo decidirme a amar y a romper las cadenas de mi rencor y mis juicios. Quiero ser libre y dejar libre a mis hermanos, como Tú lo has pedido. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Colosenses 3, 12-17
Salmo 149, 1b-6
Lucas 6, 27-38
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/091125.cfm
Lidiando con el enemigo
Los terroristas, a veces, son musulmanes militantes, a veces anarquistas que atacan a su propio país y, a veces, un niño que nadie sospecha que es peligroso. Vivimos en un mundo inseguro. Estamos en estado de alerta con la esperanza de identificar posibles enemigos antes de que sea demasiado tarde.
Como cristianos, siempre sabemos la identidad del enemigo. Como cristianos, sabemos que los seres humanos que se comportan como nuestros enemigos son realmente sólo víctimas y armas del verdadero enemigo: el Maligno y sus fuerzas espirituales de las tinieblas. Esto es cierto ya sea que se trate de ISIS o el miembro de la familia que ha irrumpido en tu casa.
En nuestra lectura del Evangelio de hoy, Jesús nos da las armas de guerra que aplastarán al verdadero enemigo: Amen a sus enemigos humanos, dijo. Hagan el bien a los que los aborrecen. Bendigan a los que los maldicen. Oren por los que les atacan.
Pero, ¿cómo puede el amor ser un arma que destruya el mal?
El mal es en realidad sólo un vacío, la ausencia de Dios, la ausencia de amor. El vacío provoca extremo malestar interno, lo que desencadena la ira y el odio debido a la frustración de no ser amado lo suficiente. La triste ironía de esto es que el amor que se desea ahora, no tiene oportunidad de llenar el vacío. Y, donde el amor se bloquea, el mal se extiende, como una hierba venenosa.
Pero puedes dar amor a aquellos que están siendo desagradables. (Recuerda, tú tienes el amor sobrenatural de Dios dentro de ti; ¡confía en eso!) Tú puedes hacer el bien a los que hacen el mal. Puedes reemplazar las maldiciones con bendiciones. Y así, el vacío, se queda vacío.
Jesús dijo: “Perdona, y serás perdonado.” Ningún terrorista, ningún malhechor de cualquier tipo, puede destruir la paz que surge de ser perdonados por Dios. Cuando nos enfrentamos a una guerra en el mundo o en nuestros hogares, encontramos nuestra paz orando: “Padre, perdónalos, porque no saben realmente lo que están haciendo. Lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia”.
San Pablo escribió en la primera lectura de hoy: “Ustedes son los elegidos de Dios. Ustedes son los amados. Por lo tanto vístanse de sincera piedad y compasión.” Repitió lo que Jesús había dicho: “Perdonen los agravios que tienen contra otros. Perdónenlos como el Señor los ha perdonado a ustedes.”
La misericordia es el amor que no es merecido. El perdón nos hace misericordiosos. Cuando la puerta se cierra al amor, nuestros actos de misericordia liberan el amor de Dios como un arma secreta. ¿Hará la diferencia? No podemos obligar a nadie a abrirse a Dios y recibir su sanación y su amor purificador, pero mediante el uso de las armas de amor que Jesús nos ha dado, derrotamos al enemigo real. Eso definitivamente hace la diferencia, aunque no siempre conseguimos verlo.
Sigue leyendo nuestro PalabrasVivas: “¿Por qué Dios permite el mal?” en https://buenasnuevascatolicas.org/profundiza-tu-fe/dios-permite-mal/
© Terry A. Modica, Good News Ministries
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