Signos y Prodigios

[ EL ESPÍRITU SANTO ]

Los milagros, los signos y prodigios no deberían ser eventos extraordinarios. Jesús nos dio Su Espíritu Santo para que podamos hacer lo que Él hizo. “Si creen en Mí, harán las mismas obras que yo, e incluso mayores” (Juan 14, 12).

Una Salida Milagrosa de una Prueba

Por Beverly Herrera:
Aprendí por primera vez algo sobre el diezmo hace algunos años. “‘Tráiganme todo el diezmo a mis depósitos para que siempre haya comida en Mi casa. Pruébenme en esto,’ dice el Señor de los Ejércitos. ‘Miren si no abro las puertas del cielo y derramo para ustedes bendiciones sin medida.'” (Malaquías 3, 10) Sucedió mientras pasaba por una prueba dura y dolorosa. Tenía que apoyarme fuertemente sobre Dios. Mientras aprendía sobre la bondad de Dios, su misericordia y fidelidad, esta Escritura se cruzó en mi camino.

A menudo he dicho que esa prueba fue una de las formas en que Dios me acercó a él. ¿Acaso no es cuando buscamos a Dios, cuando la vida se torna realmente dura?

Comencé a trabajar para llegar a diezmar el 10% y pronto pude ver las bendiciones. Un milagro fue la salida de esa prueba en particular. Luego, Dios siempre nos ha provisto. Nunca deja de asombrarme. Siempre, siempre, ha habido más que suficiente para cubrir deudas y gastos comunes.

Dono a Good News Ministries porque estos recursos han sido invaluables en mi vida y fe. Recibo las Reflexiones de las Buenas Nuevas y nunca deja de asombrarme: Dios me habla a través de ellas. Puedo estar debatiéndome con algo en un determinado día y, con seguridad, que la reflexión toca mi batalla y me da la perspectiva de Dios en todas las cosas.

El Milagro de la Paz no Tiene Precio

Por Celeste:
Para ser honesta, aún estoy en el proceso de poner en práctica mi fe en el diezmo, en el dar. Pero la paz que tengo no tiene precio.

Al comienzo me resultaba difícil donar a Good News Ministries. Como madre soltera con un hijo con discapacidades en el desarrollo neurológico, me resultaba una lucha desprenderme de, incluso, una pequeña parte de lo que fuera que ganaba con tanto esfuerzo. (Me olvido que todo viene de Dios.) Pero me he beneficiado tanto de las palabras de sabiduría tan inspiradas de Terry Modica que me sentí llamada a donar.

Y permíteme que te diga que, tan pronto como apreté el botón para completar mi donación, sentí paz. El temor se disipó y sentí la seguridad de Dios de que cuidaría de mí — de nosotros. Sentí que me aseguraba que nunca me dejaría. Recordé que él siempre se ocupó de nuestras necesidades y de que siempre me sacó adelante.

Ahora espero más de la generosidad y las promesas de Dios en mi vida.

¡Dios bendiga a Good News Ministries!

El Milagro de Ser un Dador Gozoso

Por Josephine Tan:
Soy una firme creyente y doy testimonio de que Dios ama al que da con alegría. A lo largo de los años, descubrí que, ¡¡cuando peor estaba financieramente, si rebuscaba entre mis recursos financieros para satisfacer las necesidades de la iglesia y de mis hermanos menos pudientes, ahí era cuando nuestro Señor me mostraba que, de ninguna manera, podemos sobrepasar su generosidad!!

Los últimos dos años de la pandemia son un claro ejemplo. Elegí ser generosa dando a mi propia iglesia en Singapur (que estaba sufriendo un tremendo golpe financiero por obvias razones) y a organizaciones de caridad relacionadas en Singapur y globalmente, incluyendo Good News Ministries. Ser una dadora generosa y alegre me ha mostrado cómo es realmente nuestro Padre y Señor omnipotente. Él ha continuado bendiciéndome tanto desde entonces — ¡no puedo alabarlo y agradecerle lo suficiente!

A través de Good News Ministries y otros ministerios similares en todo el mundo, he sido bendecida y edificada tan abundantemente. Estoy en asombro y alabanza constante y agradezco a nuestro Señor por su amor fiel y su compasión por mí.

Durante toda mi vida, nuestro Señor y Mamá María me han cuidado y protegido del mal y de los engaños del maligno, me han bendecido en todas mis necesidades (físicas, financieras, espirituales) y me han ayudado a crecer en mi camino de fe. Por eso, como en Malaquías 3, 10, cuando le damos lo mejor a nuestro Señor, ¡¡¡él nos sorprenderá devolviéndonos un trillón de veces más!!!

Dios le Dio Dinero Inesperado a Cecilia

Por Cecilia Ho:
Cada vez que dono a Good News Ministries, Dios sigue dándome el dinero que no esperaba recibir. Ha sido muy bueno conmigo, dándome y guiándome a un empleo que provee a mi familia de suficiente dinero para vivir una vida razonablemente confortable.

Soy de Malasia. Encontré Good News Ministries hace 20 años cuando me lo recomendó un amigo de la iglesia. Cada vez que enfrenté un problema serio en mi vida, Dios ha usado a Good News Ministries para hablarme a través de las reflexiones diarias.

Por lo tanto, quiero darle a este ministerio del que me he estado beneficiando durante tantos años. Dono algo de dinero a GNM cada vez que veo que necesitan ayuda. ¡Espero poder seguir apoyando a este ministerio para que continúe por muchos años!

Por Qué No Podemos Superar la Generosidad de Dios

Por Barbara Diamond:
Puedo certificar, fehacientemente, que no puedo superar la generosidad de Dios. Años atrás, mi esposo y yo descubrimos que Dios honra al dador fiel. Incluso cuando no comenzamos con mucho, si lo damos en fe, Dios lo multiplica cientos de veces.

Al comienzo de nuestro matrimonio, no teníamos mucho dinero. Por eso solíamos dar nuestro tiempo y talentos para apoyar las escuelas de nuestros hijos, en la recaudación de la educación católica y siendo voluntarios con nuestros servicios. Luego comenzamos diezmando a la iglesia dando un porcentaje de nuestro ingreso. Sin importar lo poco que fue al comienzo, Dios comenzó a multiplicarlo.

Ahora, damos más y parece que somos cada vez más bendecidos. Tiene un efecto dominó. ¡Tantas personas podrían beneficiarse de la Palabra de Dios! Hace que seamos agradecidos por nuestras bendiciones. Alabamos y adoramos a Dios más con nuestra generosidad.

Guía e Inspiración para un Director de Escuela

Por Eric Sammons:
En el mes de julio del año 2000, yo acababa de comenzar mi trabajo como Principal de una escuela secundaria católica. Una de las profesoras de teología me presentó a Good News Ministries. ¡Dado que yo venía de un ambiente de escuela pública, ella sabía que yo podría usar la guía e inspiración diaria que pudiera recibir!

A lo largo de los años, he seguido aprendiendo y he sido inspirado, y he compartido las reflexiones que GNM nos entrega. Las revelaciones me han dado alimento para mi camino y han sido instrumento para mi crecimiento en la fe. Tengo mucho camino por recorrer, por eso mi pequeña donación no es sólo una inversión en GNM, sino una inversión en mi crecimiento espiritual. Estoy muy seguro de que Dios aún no ha terminado conmigo. Estoy muy seguro de que tengo mucho espacio para crecer. GNM me enriquece y me ayuda a sostenerme.

Hace mucho que dejé el puesto de director de la escuela secundaria donde conocí a GNM, pero aún me ayuda en mi trabajo de desarrollo de liderazgo. Me ayuda a desarrollar a nuestra próxima generación de líderes.

¡Por eso, nuestro pequeño obsequio es una forma de decir: “Gracias” — gracias por ayudarme a tomar conciencia de esta peregrinación sobre la tierra y a darme valor para pelear el buen combate!

Seguir mi Conciencia Produjo Grandes Milagros

Por Andrea Menhinick:
Una confesión: no diezmo. Ni siquiera mi donación mínima es como el óbolo de la viuda (ver Marcos 12, 41-44). Sin embargo, mis donaciones se han sentido incómodamente cercanas del óbolo de una viuda. Por lo tanto, ¿por qué no haría algo inteligente y detendría mis donaciones? Mi conciencia no me lo permitiría.

Mi conciencia me recordó el gran impacto que tuvo Good News Ministries en mi vida, tanto como una “ayuda siempre presente en tiempos complicados” y como alimento de fe adulta para alimentar mi camino espiritual hacia Papá-Dios. Además, muchas veces he reenviado las Reflexiones diarias de las Buenas Nuevas a amigos y familiares que necesitaban consuelo, con respuestas positivas y muy agradecidas.

Grandes milagros

Mi Papá-Dios me ha devuelto mis pequeñísimas donaciones a GNM con “una medida plena, apretada y rebosante” (ver Lucas 6, 38) — mientras yo luchaba con pelear mis deudas luego de un quiebre en mi salud, que resultó en una reducción de horas de trabajo y un ingreso menor.

Cuando menos podía afrontar un problema en la plomería, ocurría que el plomero hacía dos trabajos sin remuneración. Más tarde me contó que trataba de hacer un trabajo donado cada mes. Por gracia de Dios, el plomero me eligió a mí como el receptor afortunado — ¡dos veces!!

Me quebré un diente elemental y estaba en llanto, sabiendo que no podría afrontar la cuenta del odontólogo. ¡Mi odontólogo me implantó una pieza de titanio, cobrándome el equivalente a un pequeño arreglo!

Una amiga cristiana, semanalmente, me enviaba una caja de productos frescos de su huerta, ahorrándome cada vez, como mínimo, $50 de mi cuenta de verduras.

Anhelaba capacitarme como profesora de dislexia aquí en Nueva Zelanda, pero no podía pagar las tarifas del instituto terciario. Un amigo cristiano, que tiene mucha experiencia en este estilo de enseñanza, se ofreció a entrenarme en 2021 y me pagó mientras me entrenaba, brindándome estudiantes para enseñar, una tutoría regular, recursos didácticos, consejos sobre cómo administrar una pequeña empresa y una remuneración de sub-contratista. que me ha salvado de problemas financieros.

Estoy abrumada de gratitud a mi Padre Celestial, mi Salvador Jesús y mi hermoso amigo y consejero, el Espíritu Santo. Dios no puede ser sobrepasado en generosidad.

Mientras volvía a la plenitud de mi salud, me he aferrado a un hermoso dicho:

Dios es demasiado sabio para equivocarse,
Dios es demasiado bueno para ser cruel,
Por eso, cuando no puedas ver Su Plan
Y no puedas seguir Su Mano,
Confía en Su CORAZÓN.

Después de escribir este testimonio, mi conciencia otra vez está inquieta por una pregunta perturbadora: ¿Por qué he donado tan poco cuando Dios me ha dado tanto?

El Milagro de la Billetera Perdida

Por Gwen Kelly:
Hace algunos años, mientras regresábamos de un viaje, mi esposo recibió un llamado telefónico de mi papá, diciéndonos que la dama de un restaurante de comidas rápidas de un pueblo cercano, le había llamado desde mi celular. Quería avisarme que había encontrado mi cartera y que la había dejado detrás del mostrador.

¡Yo estaba tan sorprendida! Pasé los siguientes 45 minutos agradeciendo a Dios porque había cosas muy importantes en esa cartera y habría sido horrible perder todo — el dinero era lo menos importante. Mientras nos dirigíamos al restaurante, nos martillaba la idea de cuántas posibilidades había de que, aunque habían encontrado la cartera, la mayoría de las cosas no estarían.

Cuando llegamos al restaurante, corrí dentro preguntando por mi cartera. La mujer detrás de mostrador, triunfalmente, me la dio. La tomé, le agradecí y tuve una inspiración. Saqué mi último billete de U$S20 y se lo di. Me dijo que no, que no era necesario. Le dije que la entendía pero que el Espíritu Santo insistía y, si ella no lo necesitaba, se lo podía dar a alguien que ella conociera. Sonrió ampliamente y me dijo que sabía exactamente a quién se lo daría y me agradeció. Me contó que yo no tenía idea de cuánto podía significar para la persona a la que se lo daría — sería una gran diferencia en su vida.

Ese no es el fin de la historia. Me adelantaré un par de años. Nuevamente estábamos regresando de un viaje cuando le informaron a mi esposo que me había dejado la cartera en la última parada. Otro largo viaje de regreso preocupándonos por si encontraríamos el contenido dentro.

Cuando llegamos al lugar, el edificio estaba cerrado. Sus luces apagadas. Decidimos ir al local de al lado para pedir por la billetera. El hombre dijo que sí, él la había encontrado y estaba esperándonos. Inmediatamente abrí la cartera y saqué un billete de U$S20. Me dijo que no, que estaba contento de que hubiéramos regresado. Yo le dije que debía darle el dinero. Le conté, brevemente, lo que me había pasado la última vez. Le dije que el Espíritu Santo parecía usar el método de “la cartera perdida” para recordarme que debía ayudar a alguien. Sonrió y dijo que sabía exactamente a quién le daría ese billete y que sería de una gran ayuda.

Ahora, cuando el Espíritu Santo me envía un mensaje diciéndome que es tiempo de compartir, miro alrededor buscando una oportunidad. Mira, no sólo quiero estar sintonizada con las mociones del Espíritu Santo, lo que no quiero es andar por ahí perdiendo mi cartera para seguirlo. ¡Quisiera no ser una aprendiz tan lenta!

Y lo más sorprendente: incluso cuando estoy segura de que sólo tengo un par de dólares para compartir, siempre encuentro un billete de U$S20 atascado en el fondo de mi cartera.

Por eso este es un consejo desde mi corazón. Por favor, dona a Good News Ministries pronto y a menudo — siempre encontrarás dinero para compartir. Aparte de perder mi cartera, no he encontrado una manera mejor de dar a alguien en gran necesidad en el tiempo justo. Para mí, seguir las mociones del Espíritu Santo es la mejor recompensa que puedo recibir.

Bendiciones para todos en GNM y para todos los que los apoyan, y una bendición especial para aquellos que nos dan esta magnífica oportunidad de ayudar.

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