Diciéndole sí a Dios

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica

“En fe, no necesitamos ver qué va a revelar la luz; sólo necesitamos estar en la luz.”

Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe
Diciembre 12, 2023

Oración para hoy:

¡Jesús, gracias por tu Madre! Ella me muestra cómo es el amor del Padre que me rodea y cuida cada minuto de mi vida. ¡Gracias, Madre, por llevarme a Jesús! Amén.

Encuentra el Santo de hoy
BuenasNuevasCatolicas.org/santos-diarios

Lecturas de hoy:

Zacarías 2, 14-17 o Apocalipsis 11, 19a; 12, 1-6a,10ab
Judit 13, 18-19 (con 15:9d)
Lucas 1, 26-38 o Lucas 1, 39-47
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/121223.cfm

Diciéndole sí a Dios

En nuestra lectura del Evangelio de hoy, se nos muestra cómo la luz de Cristo afectó a la Virgen María aun antes del nacimiento de Cristo. Jesús es la luz del mundo, divina luz de Dios, no creada, y siempre existente, el Salvador de toda la humanidad desde el primer momento en que los humanos necesitaron salvación, milenios antes de que María se convirtiera en la madre de Dios.

A pesar de que Jesús aún no había venido al mundo en la carne del Hijo, su santa luz había bañado totalmente a María con su brillo puro. Y aunque ella no comprendía cómo el tan esperado Mesías podía ser concebido dentro de su cuerpo virginal, en su luz ella pudo ver que era Dios quien estaba preguntando.

Eso es todo lo que ella necesitaba saber: que Dios se lo pedía y Dios siempre sabe lo que hace, y lo que hace siempre es bueno, así que por supuesto la respuesta fue sí. Por supuesto que ella quería cooperar con su plan. Por supuesto que ella pronunció su famoso Fiat: “Yo soy la esclava del Señor. Hágase en mi según tu palabra.”

Eso es todo lo que necesitamos saber: lo que Dios pide, él lo hace posible y siempre va a terminar siendo algo bueno. Si entendemos esto, entonces por supuesto que vamos a querer decir: “Hágase en mi según tu palabra.”

El Papa Juan Pablo el Grande escribió en su carta encíclica “Redemptoris Mater” (Madre del Redentor), párrafo 13: “María pronunció su Fiat con fe. Con fe ella se encomendó a Dios sin reservas y ‘con total devoción se hizo la esclava del Señor por la persona y obra de su Hijo'” (citado del Concilio Vaticano II Lumen Gentium, párrafo 56).

En la fe, no necesitamos ver lo que la luz va a revelar; sólo necesitamos estar en la luz.

Nuestro problema, sin embargo, es que cuando Dios nos pide que hagamos algo, usualmente tratamos de ver hacia delante para ver hacia dónde nos va a llevar Dios. Queremos saber qué tan difícil va a ser, si valdrá la pena el tiempo y el esfuerzo y que tan rápido tendremos éxito. Y al hacerlo así, solo vemos oscuridad. La Luz no brilla en el futuro sólo brilla en lo que Dios nos revela ahora, en este lugar, en este momento.

Eso es todo lo que necesitamos saber. Lo que sea que Dios nos pida, sólo tenemos que ver que sea él quien lo pide, no nuestra propia imaginación o la idea de alguien más sobre cómo debemos pasar nuestro tiempo. Primero discernimos de quién es la voz que hace el llamado (con la ayuda del Espíritu Santo), y entonces confiamos en que Dios sabe lo que hace, hacia dónde hay que ir y cómo hacer el bien.

Ver también el PalabrasVivas “Como ser una esclava del Señor, Como María“ en https://buenasnuevascatolicas.org/profundiza-tu-fe/como-ser-servidora-del-senor-como-maria/

© 2023 por Terry A. Modica

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