Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Cuando nos acordamos de alabar al Señor, nos llenamos de gratitud, entonces, la carga de nuestros problemas se torna más ligera.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Miércoles de la 3ra. Semana de Pascua
Abril 17, 2024
Oración para hoy:
Espíritu Santo, que la alegría sea para todos los que me rodean, un signo de tu presencia en cada momento de mi vida. ¡Que aprenda a alabarte siempre, Señor! Amén.
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Lecturas de hoy:
Hechos 8, 1b-8
Salmo 65, 1-7a
Juan 6, 35-40
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/041724.cfm
Cómo incrementar tu gozo
Me encanta la manera en que la Biblia describe, en nuestra primera lectura, lo que sucedió cuando Felipe hizo las obras del Señor: “Había una gran alegría en esa ciudad”, que también se puede traducir como: “El gozo en ese lugar llegó al punto máximo.” En el Salmo responsorial leemos: “¡Aclamen al Señor!” Tengo la esperanza que si escuchas esto en la Misa de hoy el lector no lo hará sonar como que si fuera un obituario. Dios es tan maravilloso que lo deberíamos demostrar en lo alegres que somos.
No es de sorprender que el cristianismo no sea muy atractivo para los no creyentes, ya que no ven a muchos de nosotros disfrutando de nuestra fe. En privado, conocemos los beneficios, pero ¿lo reflejan nuestras caras? ¿Nos regocijamos más de lo que nos quejamos? ¿Le comunicamos al mundo que Dios es más grande que nuestros problemas? Nuestras actitudes ¿muestran que la fe es más divertida que la incredulidad?
¿Qué nos retiene de mostrar abiertamente nuestra emoción de ser seguidores de Cristo? ¿Tenemos miedo de que los demás nos ridiculicen? ¡Qué tontería! Vamos a eventos deportivos y celebramos ruidosamente como si no hubiera nada más emocionante sobre la tierra, y no nos sentimos avergonzados. ¿Vale más la pena gritar de alegría por un juego que hacerlo por Dios?
¿Tener crucifijos en nuestras paredes y alrededor de nuestros cuellos, o colgando de nuestro rosario, significa que debemos enfocarnos en el dolor y el sufrimiento? ¿La historia de los Santos con estigmas implica eso? ¡No! ¡Somos un pueblo Pascual!
En nuestra lectura del Evangelio de hoy, Jesús nos asegura que todos aquellos que lo sigan recibirán la vida eterna. ¡Eso es algo para emocionarse! Imaginen el gozo que hay en el cielo. ¿Será tan maravilloso que todos los santos estarán armando jolgorio (incluyendo a tus parientes y amigos difuntos que siempre estaban apagados en la iglesia)?
El gozo es uno de los frutos de vivir en el Espíritu Santo (ver Gálatas 5, 22). Adivina qué sucede cuando demostramos nuestra alegría abiertamente. ¡Nos estamos evangelizando a nosotros mismos! Los sicólogos dicen que sonreír reduce el estrés. Los médicos dicen que las carcajadas curan. Si necesitas ser sanado, si necesitas renovación, si necesitas ser levantado de la miseria, ten una sesión de alabanza y adoración — solo tú y Jesús, mientras cantas al compás de un cd o iTune de música alegre.
Sin importar que tan mal estén las cosas, todavía tenemos mucho por qué dar gracias. Cuando recordamos alabar a Dios entramos en un estado de agradecimiento y, entonces, las cargas de nuestros problemas se vuelven más ligeras.
Una mañana, camino a Misa, durante un período de muchas dificultades, mi mente escuchó: “Canta toda la tierra al Señor, cantemos …” Así que seleccioné música alegre, subí el volumen y manejé hacia la iglesia cantando y bailando en mi asiento. En tres semáforos, mi alegría estaba a la vista de todos los demás autos. Me di permiso a mí misma para que no me importara si ellos penaban que estaba loca.
Mientras me aproximaba a la iglesia, adivinen qué canción empezó a sonar: ¡”Canta al Señor”! ¿Fue una coincidencia? — ¡No! Canté con el Señor en mi auto en el estacionamiento hasta que terminó, manteniendo mis ojos cerrados para no darme cuenta quién me estaba viendo. Toda la Misa fue una experiencia diferente para mí. Todo el día fue diferente.
Lo que sea que suceda en tu vida hoy, date permiso para tener una fiesta espiritual. ¡Regocíjate! Alaba al Señor por su bondad. ¡Aún si tienes que encerrarte en el baño, ¡canta con alegría alabando al Señor! Ve si eso, por lo menos, no te hace sonreír.
© 2024 por Terry A. Modica
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