Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“¿Hay algún enfermo entre ustedes? Que llame a los presbíteros de la Iglesia, orarán por él y lo ungirán con óleo en el nombre del Señor. La oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará. Si ha cometido algún pecado, será perdonado.” (Santiago 5, 14-15)
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Sábado de la 7ma. Semana del Tiempo Ordinario
25 de mayo, 2024
Lecturas de hoy:
Santiago 5, 13-20
Salmo 140, 1-3.8
Marcos 10, 13-16
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/052524.cfm
¿Veremos más sanaciones sobrenaturales?
La primera lectura de este sábado contiene la iniciación de Cristo del Sacramento de la Unción de los Enfermos. Me pregunto si cada sacerdote tiene la fe en Jesús para obrar milagros a través de este Sacramento.
San Pablo también dijo: “Oren unos por otros para que sean sanados.” No estaba dando un taller para sacerdotes. Estaba hablando a los clérigos y laicos de todas las comunidades cristianas. Como palabra inspirada por Dios, esto no tiene límites de tiempo: también es para todos los clérigos y laicos de hoy.
Y siguió: “La oración ferviente de una persona justa es muy poderosa.”
Hace algunos años, en un servicio de sanación carismático católico, oré fervientemente con todos los demás por mi propia sanación y la de otros, sin embargo pocas personas recibieron sanaciones notables. Este ha sido el caso en cada servicio de sanación católico al que he asistido durante los años pasados. En este evento en particular, le pregunté al Señor: “¿Por qué tan pocas sanaciones? ¿No es tu deseo para todos que se sanen como cuando tú, Jesús, caminaste sobre la tierra?”
Sentí esta respuesta fuerte y clara en mi corazón y no me quedó duda de que Jesús era la fuente: “Porque mi pueblo no se arrepiente.” En ese mismo momento, supe cuán importante habría sido un servicio de penitencia como cimiento del servicio de sanación. Y también me di cuenta, profundamente, que el servicio de reconciliación debía ser precedido por un predicador poderoso que motivara el cambio de corazones.
Al examinar mi propia conciencia, el Espíritu Santo me mostró que necesitaba arrepentirme por la falta incredulidad de la cultura en la que crecí. ¡Había estado llamando mentiroso a Dios!
La mayor parte del mundo cristiano que experimenté, tanto en mi crianza protestante como en mi adultez católica, ha creído en la mentira de Satanás de que los milagros son cosa del pasado. La “era de los milagros” se ha equiparado ampliamente con la “Era de los Apóstoles”, es decir, para el inicio de la Iglesia pero no para hoy.
¡Esta mentira es un completo disparate! Es el diablo quien está haciendo que la Iglesia (incluyéndome a mí) sea impotente y que nuestros esfuerzos de evangelización sean mucho menos efectivos de lo que podrían ser. Dios no ha cambiado. Y Jesús no mintió cuando dijo en Juan 14, 12: “El que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores.”
Para llevar nuestro mundo malvado a Cristo y a los incrédulos a la fe, debemos y necesitamos ser una Iglesia que no solamente hable de Cristo. Debemos mostrarles a Cristo. Y esto no significa simplemente mostrarles amor y otras cosas buenas, porque incluso los ateos aman y hacen cosas buenas. Las personas no se convierten al escuchar hablar sobre Cristo. Son llevadas a la verdadera Fe al escuchar a Cristo mismo, al encontrarse con Cristo a través de un encuentro milagroso.
Los investigadores dicen que necesitamos escuchar algo seis veces para retener el 25% de ello en la memoria a largo plazo. Eso significa que, para que la verdad penetre en nuestros cerebros lo suficientemente profundo como para afectar nuestras almas e influir en nuestras vidas, necesitamos escucharla 24 veces. Pero, al mismo tiempo, Satanás está tratando de robarnos esto. Los demonios, el mundo, e incluso voces dentro de la Iglesia, han estado programando repetidamente nuestros cerebros (y por lo tanto nuestras almas también) con ideas y enseñanzas que contradicen al Espíritu de Verdad (el Espíritu Santo). Necesitamos pasar más tiempo meditando en la Palabra de Dios que en cualquier otra cosa.
Pero ten en cuenta esto: una verdad en la que se cree pero no se comparte es una verdad que fácilmente se desvanece. Si tienes acceso a un grupo de oración o a cualquier grupo pequeño de estudio donde puedas compartir y ser testigo de lo sobrenatural, que el asistir sea una prioridad. Si ya estás asistiendo, lleva a otros.
Nota: Good News Ministries tiene una página web con una lista de grupos de oración, si tú perteneces a un grupo, por favor agrégalo a nuestro sitio. Visita: https://buenasnuevascatolicas.org/agrega-tu-grupo/
Si conoces a alguien que cree en Dios cuando dice que debemos imponer las manos sobre los enfermos y estos sanarán, haz que sea tu prioridad reunirte regularmente con esa persona para discutir asuntos de fe. Y, por favor, siéntete libre de compartir conmigo tu camino de fortalecimiento de la fe para que yo también pueda crecer y transmitirlo a otros, por ejemplo, en https://buenasnuevascatolicas.org/espiritusanto/
© 2024 por Terry A. Modica
Por favor, ayuda a los demás compartiendo esta página.
¿En qué más podemos servirte hoy? Visita nuestra página inicial.
Por favor, compártelo con los demás invitándolos a visitar esta página. También podrías imprimirlo para tu uso personal y compartir la impresión con otras personas.