¿Estás esperando en Dios para tomar una decisión?

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica

“Maestro, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde han venido estas malezas?” (Mateo 13, 27)

Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Sábado de la 16ta. Semana del Tiempo Ordinario
Julio 27, 2024

Lecturas de hoy:

Jeremías 7, 1-11
Salmo 83, 3-6.8-11
Mateo 13, 24-30
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/072724.cfm

¿Estás esperando en Dios para tomar una decisión?

Con frecuencia, las personas que envían pedidos de oración (buenasnuevascatolicas.org/oraciones/publica-tu-pedido-de-oracion) o que buscan mi sabiduría sobre una decisión que están enfrentando dicen: “Quiero conocer la voluntad de Dios antes de tomar alguna acción.” Pero esto no es tan santo como suena. Lo he descubierto yo misma por caigo fácilmente en la misma trampa. Por eso me he escrito esta nota (mira la imagen de la derecha).

Está bien, por supuesto, buscar primero, y por sobre todo, la voluntad de Dios para todo. Deberíamos pedirle siempre que nos guíe hacia la decisión correcta o la mejor (cuando hay más de un camino correcto para ir). De otra forma, sembramos maleza, tal como lo leemos en el pasaje del Evangelio de hoy, y luego nos preguntamos de dónde vinieron esas malezas.

No obstante, si esperamos una certeza sobre su voluntad, quedamos atrapados en la parálisis de la indecisión. Muy raras veces Dios provee certeza absoluta. Él prefiere que caminemos en fe, confiando en su cercanía y su preocupación por nosotros.

Me gustaría recibir una Palabra de Conocimiento definitiva, una visión o una voz audible — ¿y a ti? Pero, él está más interesado en nuestra disposición a dar un paso hacia adelante y proceder con cualquier decisión que una conciencia bien formada recomendaría. Si nuestro juicio no es correcto, él estará allí para nosotros. Aprendemos más de los errores que de los éxitos. Si golpeamos la puerta equivocada, él la mantendrá cerrada, si la puerta se abre (nota: las puertas no se abren hasta que golpeamos), más nos vale cruzar el umbral y aprender de lo que sea en lo que nos embarquemos, porque Dios no mantuvo esto cerrado.

Tomar decisiones importantes es difícil porque las decisiones conllevan responsabilidades. Así compramos más tiempo esperando que todo se clarifique. Cuando hacemos esto, nos escondemos de asumir la responsabilidad de la decisión de actuar, echando la culpa a Dios (‘Aún no ha revelado su voluntad’). Descargamos la responsabilidad en alguien más (Dios es el mejor “alguien más”, lo cual hace que nuestra procrastinación se sienta bien), esperando que él tome la decisión por nosotros. ¡Y probablemente no necesitemos tomarla en absoluto!

Pero…

Ese no es nuestro llamado. Nuestro llamado es hacer lo mejor usando los dones y talentos que Dios nos ha dado, aplicando lo que hemos aprendido de las experiencias y lecciones de la vida y la fe. Hacer lo mejor comienza con buscar a Dios y pedir su ayuda para tomar buenas decisiones. Pero sería estéril si nos detuviéramos allí. Hacer lo mejor también significa dar pasos mientras confiamos en que Dios nos detendrá si comenzamos a caminar en la dirección equivocada.

San Agustín dijo: “En la tierra, somos peregrinos, siempre de camino. Esto significa que tenemos que siempre tenemos que estar yendo hacia adelante. Por lo tanto, siempre debes estar descontento con lo que eres si quieres alcanzar lo que no eres. Si estás contento con quién eres, ya te has detenido. Si dices: ‘Es suficiente’, estás perdido. Sigue caminando, moviéndote hacia adelante, intentando llegar al objetivo. No trates de detenerte en el camino, o de regresar, o de desviarte de él.”

Medita más sobre este tema con nuestro episodio de Camino de Fe: “El Discernimiento” en https://buenasnuevascatolicas.org/videos/camino-de-fe/discernimiento/

© 2024 por Terry A. Modica

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