Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Consideren su propio llamado, hermanos y hermanas. (1 Corintios 1, 26)
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Sábado de la 21ra. Semana del Tiempo Ordinario
Agosto 31, 2024
Lecturas de hoy:
1 Corintios 1, 26-31
Salmo 32, 12-13.18-21
Mateo 25, 14-30
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/083124.cfm
La importancia de transformar los pensamientos pequeños en grandeza
“El pensamiento de pequeñez” es la decisión (a menudo inconsciente) de reducir lo que es posible rebajando a Dios a nuestro nivel. ¿Cómo lo hacemos? Proyectando nuestras limitaciones humanas sobre Dios.
Esta clase de pensamiento está regido por el temor: “Temo que esforzarme por un objetivo mayor será desastrozo.” ¿Por qué? Porque lo hemos experimentado antes o porque hemos sido testigos de desastres que le han sucedido a otras personas que deberían haber tenido éxito pero que fallaron. Aunque es comprensible, es importante recordar por qué es importante transformar todo ese pensamiento pequeño en una grandeza.
¿Buscaste la voluntad de Dios? ¿Esas personas eran guiadas por Dios? La respuesta podría ser: “Sí, creo”. Eso podría hacer que el intentar nuevamente sea muy intimidatorio.
El pensamiento pequeño a menudo está reforzado por la idea: “Yo soy muy insignificante para que Dios haga algo grande a través de mí.” ¿Es esto lo que realmente Dios piensa de nosotros?
El pensamiento pequeño no es humildad. Obra contra los planes de Dios, porque Dios no es pequeño. Los pensamientos de Dios son mucho más grandes que los nuestros; él ve un cuadro más grande. Él sabe cuán grande es la necesidad de grandes planes, llevados a cabo por grandes pensadores, que hagan una gran diferencia en el mundo.
Podemos elegir la grandeza, la grandeza que surge de adherirnos fuertemente a nuestro Gran Dios, a través del cual podemos hacer lo que él quiera que hagamos y, sin el cual, no podemos hacer nada. O podemos elegir la pequeñez.
Cuando nos conformamos con la pequeñez, perdemos de vista la realidad de quién es Dios y lo que realmente quiere. Para vislumbrar la grandeza de lo que Dios realmente desea, solo necesitamos mirar a nuestro alrededor. La necesidad de expandir el reino de Dios es enorme. ¿Piensas que es una tarea demasiado grande para ti? Sí, lo es, si crees que debes hacerlo solo. Por eso todos estamos llamados a participar en la construcción de la fe de los demás. ¡Lo hacemos juntos! Los grandes planes de Dios requieren un esfuerzo conjunto.
La grandeza de Dios está en ti. Se evidencia en cuánto das de ti.
© Terry A. Modica
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