Oraciones que obran milagros

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica

Dios garantiza milagros que serán testimonios de su amor.

Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Lunes después de Epifanía
Enero 6, 2025

Oración para hoy:

Quiero descubrirte, Jesús, mi Salvador, en las cosas simples y maravillosas de todos los días. Quiero  anunciar tu grandeza a los sencillos de corazón. Amén.

¡MEJORA TU DÍA!
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Lecturas de hoy:

1 Juan 3, 22–4, 6
Salmo 2, 7-8.10-11
Mateo 4, 12-17.23-25
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/010625.cfm

Oraciones que obran milagros

La primera lectura de hoy comienza con una promesa que parece demasiado buena para ser verdad: “Recibimos de Dios cualquier cosa que pidamos …”. El resto de la oración explica por qué esto es verdad: “porque cumplimos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.”

Muchas personas piensan que la razón de por qué las oraciones no son escuchadas es porque no pedimos correctamente — no rezamos suficientes novenas o no usamos las palabras correctas. Pero la Palabra de Dios dice que es porque no vivimos correctamente: “Deberíamos creer en el nombre de Jesús, y …”.

¿Qué significa creer en Jesús? “Ámense los unos a los otros como Él lo ordenó.”

Para recibir cualquier cosa que pidamos, debemos permanecer en Dios, y Él en nosotros. Si tenemos esta unión, entonces tenemos los mismos deseos que Dios — todo lo que pidamos provendrá de un deseo que Dios nos dio.

Mantenemos esta unidad amándonos unos a otros igual que Él nos ama. Cuando terminamos nuestras oraciones con la señal de la cruz y “en el nombre de Jesús, amén”, debería significar que lo que pedimos también está en Dios — ya está en sus deseos y en sus planes.

Orar “en el nombre de Jesús, amén” no es una frase mágica como “abracadabra”, como si eso pudiera hacer que nuestros deseos se hicieran realidad. Por el contrario, es un compromiso de unidad con Él. Le estamos diciendo a Dios y a nosotros mismos y a nuestros ángeles y a los demonios que realmente queremos que nuestras oraciones sean respondidas en la totalidad del Espíritu de Cristo: su naturaleza, su misión, su amor. Deseamos sólo lo que Dios sabe que es correcto y bueno. Estamos sometiendo la actitud de “Se hará mi voluntad aunque no sea total y verdaderamente tuya” para que podamos orar sinceramente “Se hará tu voluntad, santo y amado Jesús.”

Para evitar separarnos de la voluntad de Dios, debemos controlar todo para saber si es y está en Dios. La tentación de pecar, a veces, parecerá muy de dios, pero los espíritus del mal se agazapan detrás. Debemos controlar nuestros propios espíritus: cada estado de ánimo, cada motivo, cada actitud detrás de nuestras oraciones. Si no es totalmente amorosa — si nuestras peticiones no reflejan el ánimo de Cristo, sus motivos y sus actitudes — entonces es una oración sin valor. ¡Por supuesto Dios no nos lo dará!

Por ejemplo, si estamos pidiendo un nuevo empleo, Dios quiere llevarnos a un trabajo que colmará nuestras necesidades y le dará a Él más oportunidades para santificar el lugar de trabajo. Cuando pedimos un aumento de las vocaciones, Dios quiere que discernamos y realicemos nuestros propios llamados también. Si pedimos buena salud, Dios quiere purificarnos de todo aquello que no es saludable en nuestros estilos de vida y que nos hace vulnerables a las enfermedades.

Los milagros suceden. Pero Dios no está interesado en atajos rápidos que nos desvían del camino del crecimiento espiritual. El garantiza milagros que incrementen nuestro amor y que sean testimonios de Su amor. Generalmente, esos milagros toman un largo trecho, pero siempre, cuando oramos en Dios, nos da todo lo que pedimos de la manera mejor posible.

© Terry A. Modica, Good News Ministries

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