Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Lo que Dios quiere de nosotros es la disponibilidad para hacer la tarea de compartir lo que Él nos da.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
3er. Domingo de Pascua
Mayo 4, 2025
Oración para hoy:
Perdón, Señor, porque a veces no me atrevo a involucrarme en algún ministerio porque creo que no soy lo suficientemente capaz para hacerlo. Me olvido, Señor, que no soy yo quien hace la obra. Sólo pongo sobre la mesa lo que tú me has dado. Los milagros los haces tú. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Hechos 5, 27-32.40b-41
Salmo 29, 2.4-6.11-13
Apocalipsis 5, 11-14
Juan 21, 1-19
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/050425.cfm
La naturaleza de nuestro llamado
Cada vez que leo la historia del Evangelio de este domingo, tengo que preguntarme, ¿cómo pescó Jesús el pez que estaba asando cuando los discípulos llegaron a tierra? ¿Tenía una red también? ¿Lo compró en la ciudad con el pan? Si fue así, ¿es que nadie lo reconoció? ¡O tal vez el pescado saltó fuera del agua sobre el fuego! Y tal vez convirtió la piedra en pan, como lo había tentado Satanás una vez.
Reflexiona, nuevamente, sobre el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Los mismos alimentos: pan y pescado. ¡El mismo milagro! No importa lo poco que tenemos, o incluso si no tenemos nada en absoluto. Dios el Creador tiene un suministro infinito y es capaz de producir de todo en abundancia. Nunca se basa en lo que tenemos; siempre se basa en el amor que tiene por nosotros.
Lo que quiere de nosotros es la voluntad de hacer la obra de compartir lo que Dios provee. En el milagro de alimentar a la multitud, se pidió a los discípulos distribuir la comida multiplicada. En el milagro de la enorme cantidad de peces, se les pidió a los discípulos “traer algunos de los peces que atraparon” y añadirlo a la comida que Jesús ya estaba cocinando.
Después, se le pidió a Pedro compartir con la “oveja” el amor que sentía por Jesús. ¿De dónde viene el amor? Pedro no amaba a nadie por su propio esfuerzo; ninguno de nosotros puede. Pedro fue creado ya con el amor de Dios en él, al igual que todos nosotros, porque fuimos hechos a imagen de Dios que es amor.
El llamado de Pedro fue compartir la abundancia del amor de Dios, para que el reino de Dios pudiese seguir extendiéndose por toda la tierra. ¿Qué está Dios, pidiéndote que hagas? La respuesta no está en lo que tienes, sino en lo que estás dispuesto a hacer con lo que Dios ya tiene.
Preguntas para la Reflexión Personal:
¿Qué trabajo para el reino de Dios (la parroquia, un amigo, un programa de la comunidad) has sentido el deseo de hacer, pero aún no lo has hecho porque tu red parece vacía? Asume que Jesús te pide que lo hagas; ¿qué acciones puedes tomar, esta semana, que hará que lances tu red sobre el otro lado de la barca?
Preguntas para Compartir en Familia y la Comunidad de Fe:
¿Estás haciendo todo lo que sientes que Dios te está llamando hacer? Comparte con tu comunidad una vocación frustrada, es decir, una vocación perdida o una vocación que jamás comenzó. ¿Qué tiene Dios que tú no tienes, que podría convertir el sueño en realidad? Intercambia ideas sobre la manera de utilizar la abundancia disponible de Dios.
Reflexiona más sobre este tema con nuestro video: “Jesús te llama por tu nombre” en https://buenasnuevascatolicas.org/videos/camino-de-fe/jesus-te-llama-nombre/
© Terry A. Modica, Good News Ministries
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