Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica

Jesús quiere que vivas en la victoria que Él ya ganó para ti en la cruz.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Lunes de la 3ra. Semana de Adviento
Diciembre 15, 2025
Oración para hoy:
Gracias Jesús, por la victoria que obtuviste para mí. Te pido que, durante este tiempo de Adviento, riegues mis áreas desérticas y sanes mi corazón enfermo con el poder de tu Santo Espíritu. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Números 24, 2-7.15-17a
Salmo 24, 4-9
Mateo 21, 23-27
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/121525.cfm
El Don de una Vida Victoriosa
La profecía en la primera lectura de hoy acerca del Mesías nos llega de una fuente sorprendente: Balaam, que no era un profeta hebreo; ¡era un mago pagano! Pero Dios le dio poder para que fuese un verdadero profeta — aunque brevemente — y lo pudo hacer por dos razones: (1) Balaam sabía lo suficiente de Dios para temerle y obedecerle, y (2) servía a los propósitos de Dios para proteger a su gente.
¿Qué te está preocupando en este tiempo de Adviento? ¿Qué “jardín” en tu vida está marchito o árido? ¿Qué ha sido bloqueado como un río retenido por una presa? ¿En qué situación debes exaltar a Jesús, tu rey?
Dios te está prometiendo que, mediante Jesús, vas a florecer como un jardín que crece cerca de una corriente. Mediante Jesús, tu santidad se convertirá en un río que fluye libremente. ¿Por qué? Porque Jesús es la estrella en ascenso (refiriéndose a su victoria sobre la muerte y el pecado) y es el cetro de Dios, lo cual quiere decir que es rey sobre todo y tiene la autoridad de conseguir lo que quiere.
Esta autoridad fue desafiada por los sumos sacerdotes y los ancianos religiosos en el Evangelio de hoy. Pero nadie puede desafiar la autoridad de Cristo y salir ganando.
Mira el escenario histórico en el cual se desarrolló la historia de Números. Ocurrió cerca del final del viaje de 40 años de los israelitas a través del desierto. Balaam había sido contratado por Balak, el rey de los Moabitas, para vencer a los israelitas mediante brujería (ya que Balak sabía que no los podía vencer con armas militares). Balaam quería maldecirlos, pero cada vez que lo intentaba, Dios lo convencía, en cambio, de bendecirlos.
Balaam, luego, advirtió a Balak que, sin importar lo que hiciera para intentar conquistar a los israelitas, él perdería; los israelitas serían victoriosos debido a un gran rey que vendría en el futuro lejano (es decir, Jesús).
Esto nos puede dar mucho aliento hoy. No importa si nos sentimos vencidos, no importa si nos parece que estamos perdiendo una batalla, Jesús es nuestro gran rey que siempre sale victorioso.
Por supuesto, queremos que Jesús venga y nos rescate de nuestros problemas ahora mismo, en este preciso momento (y nos preguntamos por qué no nos rescató ayer), pero su tiempo es siempre perfecto y va más allá de nuestro entendimiento. La victoria se logra en etapas, paso a paso.
Mientras esperamos, podemos tomar valor y experimentar la alegría de la Navidad diciéndoles a nuestros corazones preocupados que, sin importar cuánto nos parezca que estamos siendo atacados, somos victoriosos porque vivimos en Jesús y Él vive en nosotros.
Dale hoy a Jesús tu confianza. Recuerda tiempos pasados cuando Él te condujo a resultados victoriosos y agradécele por ellos. Luego, dale tus jardines de esperanza que se han secado. Dale tus ríos de alegría que se han bloqueado. Dale todo lo que aún no está bajo su realeza.
Jesús tiene la autoridad de obtener lo que quiere. ¿Y qué es lo que quiere? ¡Quiere que estés lleno de esperanza y alegría! Quiere que vivas en la victoria que Él ya te consiguió sobre la cruz.
© Terry A. Modica, Good News Ministries
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