Se han llevado mi…

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica

Somos sanados de nuestro dolor, miserias y soledad cuando hacemos algo con nuestro dolor que ayude a otros a sanar.

Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Martes de la Octava de Pascua
Abril 2, 2024

Oración para hoy:

Amado Señor: abre mi entendimiento y mis ojos espirituales para reconocer tu paso en mi vida y así pueda darte a conocer a los que esperan en ti. Amén.

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Lecturas de hoy:

Hechos 2, 36-41
Salmo 32, 4-5.18-20.22
Juan 20, 11-18
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/040224.cfm

Se han llevado mi…

Pongámonos en las sandalias de María Magdalena, la mujer a la puerta del sepulcro en el Evangelio de hoy. Sabemos cómo se siente. Nosotros también hemos llorado por no haber podido encontrar a Jesús. Por ejemplo:

Ellos se han llevado mi trabajo, mis ingresos y no sé dónde está Jesús — ¿dónde está su ayuda?

Mi salud me ha abandonado y no sé por qué Dios no me ha sanado. ¿Dónde está él cuando más lo necesito?

El Señor se ha llevado a mi esposo/a y me siento tan solitario/a. ¿Por qué Dios me dejó solo/a?

Alguien me ha calumniado y ha destruido mi reputación. ¿Dónde estaba Dios para defenderme?

Ese tonto se ha llevado mi alegría y me siento miserable. ¿Dónde está Jesús y el gozo del Señor?

El mundo ha alejado a mis hijos de la fe. ¿Por qué Dios no se les manifiesta de tal manera que regresen de nuevo a la iglesia?

Me han quitado mis derechos. ¿Dónde está el Dios que me dio esos derechos?

¡Estoy tan dolida! ¿No me rescatará nunca Jesús de esto? ¿Dónde está él?

En la narración de la resurrección descrita por Juan, María solo necesitó oír a Jesús llamarla por su nombre para reconocer que él estaba parado frente a ella. ¿Cómo te está llamando Jesús? La respuesta requiere que miremos más allá de nosotros.

Nosotros somos gente post pentecostal, lo cual significa que él te está llamando — a todos nosotros — a continuar con el ministerio que él inició. Solamente después de reconocer su llamado al servicio, seremos capaces de ver lo que Jesús ha estado haciendo justo frente a nosotros. Somos sanados de nuestro dolor, miseria y soledad, no por quedarnos sentados en nuestros sillones, quejándonos, sino por hacer algo con nuestro dolor que ayude a sanar a los demás. (Esto parece ser un secreto que muy pocas personas conocen, pero debería ser parte de una vida cristiana normal.)

En la narración de Mateo (ver Mateo 28, 1-10), las mujeres estaban temerosas hasta que un ángel les dijo, “¡No teman!” y Jesús repitió el mensaje. El miedo nos impide ver a Jesús y darnos cuenta del plan de redención que Dios trata de revelarnos. Como lo hizo por Jesús, el Padre quiere redimir nuestras cruces y perdiciones al transformarlas en vidas nuevas que le revelan a Jesús a los demás.

En la narración de Lucas (ver Lucas 24, 1-8), los ángeles les dijeron a las mujeres, “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?” No podemos ver a Jesús cuando nos enfocamos en lo que está mal. Sólo cuando dejamos de aferrarnos a nuestras percepciones limitadas y egocéntricas podremos notar que Dios nos está guiando a un futuro victorioso.

¡Escucha! Jesús está pronunciando tu nombre. ¡Tu resurrección ha empezado!

© 2024 por Terry A. Modica

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