Cuarto Misterio Luminoso

[ ORACIONES ]

LA TRANFIGURACIÓN DE JESÚS

Meditación para el Cuarto Misterio Luminoso:
Jesús llevó a Pedro, Juan y Santiago a la montaña para orar. Mientras estaban en oración, su cara cambió de semblante y su ropa se volvió resplandecientemente blanca. Dos hombres conversaban con El, Moisés y Elías, apareciendo en toda su gloria y hablando del éxodo que llevaría a cabo en Jerusalén. A Pedro y sus acompañantes los había vencido el sueño, pero cuando se despertaron completamente, vieron su gloria y a los dos hombres parados con Él… Mientras Él seguía hablando, una nube produjo una sombra sobre ellos que los asustó. De la nube vino una voz que les decía: “Este es mi Hijo escogido; escúchenlo.” (Lucas 9, 29-35)

La luz de la Gloria de Jesucristo también se encuentra dentro de ti. Se revela al mundo cada vez que sufres por amor a otros y cuando le entregas a Jesús tu dolor y sufrimiento por ellos, para su sanación y redención. Al hacer el bien cuando es difícil, te purificas de tus propios pecados y tu luz brillará más fuertemente. Así, tan cercanamente te unes a Jesús, que entras en la alegría de Su resurrección. Pídele su gracia en este Cuarto Misterio Luminoso.

Padre Nuestro, que estás en el Cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Dános hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(10x)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo;
como era en el principio,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
¡Amén!

Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados,
sálvanos del fuego del infierno
y guía a todas las almas al Cielo,
especialmente a aquellas que necesitan más de Tu Misericordia.