Rosarios para la Esperanza y la Sanación Personal


[ ORACIONES ]

 

Hay mucho poder de oración en el Rosario, porque estás ofreciendo de tu tiempo, enviándolo al Inmaculado y Amoroso Corazón de la Santa Madre de Cristo, quien agrega sus oraciones a las tuyas y se las envía al Sagrado Corazón de Jesús que fue traspasado por amor a ti. Jesús, luego, intercede por ti en unidad con el Espíritu Santo y el Padre, quienes te aman cariñosamente ¡y se preocupan por tus oraciones mucho más que tú! Mientras oras, confía en Dios y deja que decida la mejor forma y el mejor momento de responder a tus pedidos.

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Más información sobre el Rosario:

El RosarioP: ¿Para qué rezarle a María cuando podemos ir directamente a Dios?
R: Piensa en qué tan a menudo le pides a tus amigos que te tengan en sus oraciones. María es una amiga que tienes en el Cielo. Ella está más cerca de Dios que nadie, porque cuando fue concebida en el vientre de su madre, Dios la creó llena de gracia para que Jesús pudiese vivir en su vientre años después. (Dios no puede habitar donde habite el pecado). Esto se le llama la Inmaculada Concepción. Así que, si le pides a tus amigos pecadores aquí en la tierra que recen por ti, ¿por qué no pedir la oración de alguien que está más cerca de Dios que cualquier otro ser humano?

P: ¿Cuándo se inventó el Rosario? No está en la Biblia.
R: La Biblia nos manda a rezar y existen muchísimas formas de rezar. El Rosario se basa en oraciones que vienen de las escrituras: el “Padre Nuestro” que nos enseñó Jesús, las dos partes básicas del “Ave María”, y las meditaciones sobre la vida de Cristo, por ejemplo.

El RosarioEl Rosario es la “oración del pueblo”, diseñada para ser fácilmente adoptada por Cristianos con mucha o poca educación. El método de rezar una fórmula de oraciones utilizando cuentas es una práctica que evolucionó de las devociones piadosas de la temprana edad de la historia de la Iglesia. En el cuarto siglo, un Cristiano ascético llamado Pablo el Ermitaño, creó el hábito de repetir 300 oraciones diarias en una forma específica. Para contabilizar su progreso, coleccionó 300 piedrecillas y arrojaba una al terminar cada oración. Otros ascéticos crearon formas similares para enumerar sus oraciones. En las órdenes monásticas, monjes empezaron a recitar los 150 capítulos del Libro de Salmos, a veces dividiéndolos en agrupaciones de 50 salmos por día. Hermanos laicos, muchos de los cuales eran iletrados, hicieron la sustitución por una forma más sencilla, usualmente el “Padre Nuestro.”

Siguiendo cuentas en un hilo se popularizó en el siglo 11. A mediados del siglo 12, el Ave María como salutación (no oración) se incorporó, acompañado de genuflexiones u otro acto de reverencia a Cristo. La práctica adicional de meditar sobre los misterios sobre Cristo y nuestra redención se origina con Dominico de Prusia, un monje Cartesiano y autor ascético (1382-1461) y hacia finales del siglo 15, existían ya muchas meditaciones. Eventualmente, los misterios se resumieron en tres, para enseñar nuestras doctrinas más importantes y fueron promovidas por los papas, el Papa Juan Pablo II agregó una cuarta serie.

La palabra “rosario” viene de rosarius, que significa guirnalda o bouquet de rosas. Una leyenda antigua dice que el nombre viene de una aparición en que María tomó rosas de los labios de un joven monje mientras este rezaba el Ave María; ella hizo una guirnalda de las rosas que colocó sobre su cabeza.

P: ¿Porqué decir las palabras una y otra vez? ¿No es esto un sonsonete?
R: Puede ser un sonsonete, pero no tiene por que serlo. Palabras repetidas hacen que sea más fácil meditar de una forma sincera; nos podemos enfocar en los misterios del Reino de Dios mientras tomamos consciencia de las palabras que usamos para conectarnos con ese Reino. Podemos tomarnos el tiempo de aprender de los misterios o de dejar que nuestras mentes deambulen y nos lleven a donde Dios quiere que vayamos.

El RosarioP: ¿Cuáles son los misterios del Rosario?
R: Hay cuatro series de misterios. La primera serie – los misterios Jubilosos — llaman nuestra atención al comienzo de la vida de Cristo en la tierra. La segunda serie, los misterios Dolorosos, nos ayudan a comprender la inmensidad del amor que Jesús nos tiene, al sufrir la pasión de Cristo para sanarnos y librarnos de pecado. La tercera serie, los misterios Luminosos, nos enseñan el comienzo del ministerio de Jesús. La cuarta serie, los misterios Gloriosos, nos muestran el poder de salvación de una vida Cristiana. En cada serie, hay cinco misterios o lecciones sobre el Reino de Dios, que nos inspiran a recibir más del amor de Dios y abrirnos a Su poder milagroso.

P: ¿Porqué diez Ave María para cada misterio? ¿Por qué cinco misterios por cada Rosario?
R: Los números vienen del libro de Salmos. Hay 150 Salmos y rezamos 150 Ave María (diez para cada misterio, por cinco misterios, por tres series de misterios.)

P: ¿Tenemos que hacer las oraciones exactamente de la forma en que están escritas?
R: No. Dios no es un legalista. El Rosario no es una fórmula mágica. Dios atiende nuestras oraciones porque nos ama a nosotros y a aquellos por los que rezamos, y porque lo que pedimos es bueno y en línea con Sus promesas en las sagradas Escrituras, no porque rezamos el Rosario. Si agregas algo personal, oraciones adicionales al Rosario, ¡deja que el Espíritu Santo te mueva a agregar esas oraciones!


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© 2000 por Terry A. Modica

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