Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Has sido llamado a la vocación de vivir como un apóstol que inspira en los demás el deseo de tener lo que Jesús te ha dado a ti.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Fiesta de la Conversión de San Pablo, Apóstol
Enero 25, 2024
Oración para hoy:
Tú Señor, quieres mis manos para construir, mis pies para acudir con mi voz a anunciar tu Palabra y mi vida para dar testimonio de que Tú estás vivo y quieres salvar al mundo. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Hechos 22, 3-16 o Hechos 9, 1-22
Salmo 117, 1bc.2
Marcos 16, 15-18
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/012524.cfm
¿Cuál es tu historia?
En las dos opciones para la primera lectura de hoy, vemos la historia de la conversión de Pablo. ¿Por qué lo detuvo Jesús en su camino? ¿Fue para salvar su alma? Sí, por supuesto, pero no sólo por eso. ¿Fue para detenerlo en su persecución de cristianos? Sí, pero aún no lo es todo. ¡Hay mucho más!
Jesús salvó a Pablo para enviarlo como apóstol. La palabra “apóstol” significa “quien es enviado por Dios.”
De una forma u otra, Jesús te ha detenido en tus caminos — no sólo para salvarte, no sólo para convertirte en una persona más agradable, sino, también, para enviarte como apóstol.
Él nos dice a cada uno de nosotros lo que le dijo a los apóstoles en la lectura del Evangelio de hoy. Nuestros lugares de trabajo, los jardines de nuestros vecinos, las fiestas de nuestras empresas, los juegos de las Pequeñas Ligas y las funciones de la escuela a las que asistimos, son el mundo al cual Dios nos envía a proclamar el Evangelio. ¡Y es fácil! Es lo que se transforma en natural si nos atrevemos a confiar en nuestra utilidad para Dios.
La Evangelización es fácil porque no es ni proselitismo ni apologética. No estamos llamados a ser fanáticos religiosos que gritan “¡Arrepiéntanse y sean salvos!” Tampoco exige la evangelización que forcemos conversaciones para que se conviertan en discusiones religiosas. Evangelizar implica usar conscientemente las oportunidades ordinarias para revelarles a los demás cómo es Jesús, primero, imitándolo y, luego, usando palabras cuando el oyente esté interesado.
¿Está feliz Dios cuando guardamos en forma privada nuestra fe? ¿Cómo serían nuestra Biblia y nuestra Iglesia si San Pablo se hubiera guardado para sí las Buenas Noticias, adorando en silencio con los cristianos a los que solía perseguir, sin arriesgar nada? Él escribió varias epístolas (buena parte del Nuevo Testamento) mientras estaba en prisión y, a su tiempo, entregó su vida por el Evangelio. Oh, pero: ¿no todos somos San Pablo, verdad? ¡Oh, oh! Pero todos tenemos el mismo llamado a ser apóstoles.
No damos la gloria al Reino de Dios si sólo practicamos nuestra fe en forma privada y si sólo hablamos de ella cuando es seguro. El Decreto para el Apostolado de los Laicos, del Concilio Vaticano II, enfatiza que cada uno de nosotros ha sido comisionado por Jesús. Dios nos dará lo que necesitemos para que cumplamos con éxito con nuestras obligaciones apostólicas. Nos ha privilegiado haciéndonos sus socios en el ministerio, incluso hasta el punto de morir si fuese necesario. (¡Sí! Ese es un honor que no debería asustarnos.)
Podemos compartir las Buenas Nuevas con autoridad. Logramos nuestras credenciales en muchos y variados momentos de conversión. ¿Qué te cambió? ¿Por qué necesitaba cambiar tu vida? ¿Qué sucedió cuando le permitiste a Jesús que se involucre más en tu vida? Gracias a tus experiencias de fe, ya seas un clérigo, o un religioso, o un laico, has sido llamado a la vocación de vivir como un apóstol que inspira a otros el deseo de tener lo que Jesús te ha dado a ti.
¡Eres un apóstol! Ahora, ve y encuentra una excusa para contarle a alguien una historia sobre cómo te ayudó Jesús. Pide al Espíritu Santo que avive tu imaginación con las palabras adecuadas y que bendiga la conversación — ¡y lo hará! Luego, abre tu boca y comparte las Buenas Nuevas.
Únete a nosotros (o involúcrate más) en el apostolado de la misión de Good News Ministries. Tú puedes ser un Misionero de las Buenas Nuevas, sirviendo al Señor con nosotros, cambiando al mundo un alma a la vez. Para ver ideas de cómo hacerlo, ve a gnm-es.org/sobre-nosotros/acerca-de-como-ser-misionero/.
© 2024 por Terry A. Modica
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