Bendiciones en el campo de batalla

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica

“Dios ve lo que es bueno en nosotros, no sólo lo que hacemos mal.”

Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Lunes de la 4ta. Semana del Tiempo Ordinario
Enero 29, 2024

Oración para hoy:

Señor, Tú quieres liberarme de todo aquello que me esclaviza. Haz en mí todo lo que necesites hacer. Quiero ser feliz, viviendo en tu libertad. Amén.

Encuentra el Santo de hoy
BuenasNuevasCatolicas.org/santos-diarios

Lecturas de hoy:

2 Samuel 15, 13-14.30; 16, 5-13
Salmo 3, 2-7 (con 8a)
Marcos 5, 1-20
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/012924.cfm

Bendiciones en el campo de batalla

En la primera lectura de hoy, el Rey David es maldecido públicamente por un furioso enemigo Semeí, pero lo manejó de manera humilde y con confianza en Dios. David podría haberlo ejecutado por el ataque contra su autoridad, pero se preguntó, “¿Y si el Señor está tratando de enseñarme algo?” El reconoció la verdad punzante en las palabras del hombre enojado.

Aunque la acusación de Semeí era falsa él no había asesinado a la familia de Saúl para ocupar el trono la conciencia de David le recordaba que, sin embargo, él era culpable de asesinato. Él había tenido un romance con la esposa de uno de sus oficiales y lo había matado para así poder tenerla a ella.

David eligió una postura no defensiva para acercarse al problema. El razonó que si el Señor utilizaba la maldición de Semeí para mantenerlo humilde y arrepentido, entonces él se beneficiaría de la maldición.

¿Cómo reaccionamos cuando alguien se enoja con nosotros? (No estoy hablando de abuso físico o verbal; ese es otro asunto y requiere que escapemos y justicia.) ¿Nos detenemos y le preguntamos al Señor si hay algo de verdad en las acusaciones? ¿O nos defendemos para proteger nuestra imagen y contraatacamos con nuestras palabras de enojo?

David aceptó la “desgracia” de ser ridiculizado e insultado en lugar de infligir daño a su enemigo. En esto, prefiguró al Mesías. ¿Notaste la otra prefiguración cuando lloraba por Israel en el Monte de los Olivos?

Cuando las personas nos acusan o nos maldicen, también nosotros podemos reflejar a Jesús. Y, en lugar de sentirnos lastimados por sus ataques en contra nuestra, podemos encontrar formas de beneficiarnos. ¿Qué estamos aprendiendo de la experiencia? ¿Cómo estamos creciendo más fuertes en nuestra fe? ¿Cómo nos ayuda a tener más humildad?

Una espiritualidad saludable incluye un equilibrio entre estar abiertos a aprender de las acusaciones y estar cerrados a la degradación completa. Dios mira lo que es bueno en nosotros, no sólo lo que hacemos mal, y somos santos cuando reconocemos lo que es bueno, mientras aprendemos qué es lo que hay que mejorar.

En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús rescata a un hombre de una legión de demonios. Cuando estamos bajo ataque y elegimos auto defendernos y tomar represalias (o el otro peligro: pérdida de nuestra autoestima), nos exponemos a las armas del campo de batalla de Satanás. Vivimos en la maldición. Pero cuando nos arrepentimos y buscamos las lecciones que Dios mismo nos está tratando de enseñar, inmediatamente nos empezamos a beneficiar. Las maldiciones se convierten en bendiciones, a pesar de las pésimas intenciones de nuestro enemigo.

Este humilde enfoque requiere de esfuerzo. Nuestra primera reacción es pelear con el enemigo o hundirnos en la depresión, pero nuestra alma anhela que Jesús nos libre de la batalla. La única manera en que nos podemos poner bajo su protección es manejar los ataques a su manera.

Que nuestro todopoderoso Señor nos ayude a ser humildes en nuestras batallas diarias ~ ¡amén!

Para más sobre este tema, escucha nuestro audio: “La Sanación del Sagrado Corazón de Jesús” en https://footstepstoheaven.com/camino-al-cielo/sanacion/la-sanacion-del-sagrado-corazon-de-jesus/.

© 2024 por Terry A. Modica

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