Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Cuando las personas se encuentran con nosotros, deberían encontrarse, también, con Jesús y con todas las buenas noticias de la verdad del Evangelio.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Lunes de la 5ta. Semana del Tiempo Ordinario
Santa Águeda, Virgen y Mártir
Febrero 5, 2024
Oración para hoy:
Que mis obras Señor, permitan a los demás reconocer tu presencia en mi vida. Amén.
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Lecturas de hoy:
1 Reyes 8, 1-7.9-13
Salmo 132 (131), 6-10
Marcos 6, 53-56
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/020524.cfm
Eres un adorno en el manto de Jesús
Nuestro objetivo, como cristianos, debería ser unirnos tan fuertemente a Cristo que las personas al tocar nuestras vidas sean sanadas por él, porque estamos envueltos en el manto de su santidad. Llevamos puesta una prenda de su amor.
No estoy hablando de darles a los demás un toque de Jesús. No, esto se trata de ser tocados por otros. La lectura del Evangelio de hoy dice que todos los que tocaron a Jesús fueron sanados.
¿Hay personas, donde tú vives, trabajas o adoras, que están tratando de tocar al Jesús que hay en ti? ¿Los estás dejando? ¿O hay algo en ti que detiene su acercamiento? ¿Pareces encerrado en tu propio mundo de preocupaciones? ¿Temen que te enojes? ¿Los intimidas o haces sentir inferior? ¿Estás distraído con tus propios asuntos? ¿Tiendes a sacarte de encima a las personas porque tienes miedo de terminar herido?
(A veces, debemos poner límites para no ser tocados de la manera equivocada. Si el toque de otra persona en tu vida es destructivo, esa persona no sacará nada bueno de ti, no importa cuánto brille Jesús en ti. Dios se hará disponible para él a través de alguien más, no de ti.)
Cuando las personas se encuentran con nosotros, también deberían encontrar a Jesús y su amor, su sonrisa, su gozo, su paz, su sanación y todas las buenas noticias de la verdad del Evangelio. Si somos verdaderos cristianos, cuando las personas tocan nuestras vidas, tocan los adornos del manto que usa Jesús.
Tú nunca sabes cómo sucederá. ¡Estate listo! Un día, en el estacionamiento de la iglesia, mientras mi esposo y yo bajábamos del auto, una extraña corrió hacia nosotros y nos dijo: “¡Dame un abrazo!” Así lo hicimos. Ambos le dimos un abrazo grande y cálido y le dije: “Jesús te ama.” Ella contestó: “¡Lo sé! Tuve un accidente camino a casa, volviendo de la iglesia, el domingo pasado. Un camión se estrelló contra mí. Pudo haber sido terrible, ¡pero estoy bien!”
Luego, agregó: “Estuve en tu clase cuando diste la Conferencia Bíblica, hace unos años.” Aparentemente, habíamos tocado su espalda con el amor de Jesús y, ahora, en agradecimiento por la protección que Dios le había dado, quería tocar, nuevamente, la presencia de Jesús en nosotros. ¡Gracias a Dios que no corrimos a la iglesia cuando vino hacia nosotros!
Tú también eres un adorno en el manto de Jesús. No temas las manos que van hacia ti. Admírate, alaba a Dios. Las personas que ven que amas a Jesús, instintivamente se dan cuenta de que, cuando te tocan a ti, lo tocan a él — incluso aquellas que pareciera que no quieren tener nada que ver con Cristo y su Iglesia.
© 2024 por Terry A. Modica
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