Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Sé las manos de Jesús lavando los pies de las personas a tu alrededor. ¡Tú eres la respuesta a sus oraciones!”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Jueves Santo – Misa Vespertina de la Cena del Señor
Marzo 28, 2024
Oración para hoy:
Amado Señor: sáname del orgullo y la ambición de poder. Dame un corazón sencillo, capaz de entregar amor en el lugar donde tú me indiques. Amén.
Encuentra el Santo de hoy
BuenasNuevasCatolicas.org/santos-diarios
Lecturas de hoy:
Éxodo 12, 1-8.11-14
Salmo 115, 12-13.15-18
1 Corintios 11, 23-26
Juan 13, 1-15
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/032824-Supper.cfm
Encontrar a Jesús en los pies sucios
¿Por qué lavó Jesús los pies a sus discípulos? ¡No fue porque ellos eran incapaces de efectuar su propia higiene y, como su sirviente, él quería facilitarles la vida! Más bien, él les dio a ellos (y a nosotros) un modelo para imitar.
Naturalmente, queremos que Jesús nos haga la vida más fácil. ¿No es ese el propósito detrás de muchas de nuestras oraciones? Bueno, ¡sorpresa! Nosotros recibimos lo que pedimos, pero no en la forma en que lo imaginamos. Cuando imitamos a Jesús, esa es la forma de lidiar con las dificultades de la vida, lo que hace que sea más fácil.
¿Le has lavado los pies a alguien últimamente? Tal vez literalmente no le hayas enjabonado los apestosos pies a un amigo, como signo de tu amor incondicional, pero estoy segura de que te has entregado a ti mismo de una manera similar al lavado de los pies.
Lavar los pies de los demás es amarlos aun cuando no merezcan tu amor.
Lavar los pies de los demás es hacerles el bien, aunque no devuelvan el favor.
Lavar los pies de los demás es considerar que sus necesidades son tan importantes como las tuyas.
Lavar los pies de los demás es perdonarlos aun cuando no digan “lo siento.”
Lavar los pies de los demás es servirlos aun cuando la tarea sea desagradable.
Lavar los pies de los demás es dejarles saber que te preocupas por ellos cuando se sienten oprimidos o agobiados.
Lavar los pies de los demás es ser generoso con lo que tienes.
Lavar los pies de los demás es poner la otra mejilla en lugar de tomar represalias cuando eres tratado injustamente.
Lavar los pies de los demás es ajustar tus planes para poder servirlos en sus necesidades.
Lavar los pies de los demás es servirlos con humildad y no con la esperanza de ser recompensado.
Observen la postura de Jesús. Él se arrodilló. Imagina a Jesús arrodillado frente a ti en este momento, bajándose al nivel de tus pies y con ternura cuidando de tus necesidades, de hecho, él lo está haciendo en este momento, hoy. Y él lo hará, una y otra vez, ¡tantas veces como necesites que cuide de ti!
Él te pide que vayas y hagas lo mismo: sé las manos de Jesús que lavan los pies de la gente a tu alrededor. ¡Eres la respuesta a sus oraciones!
Al servir a los demás, entendemos lo que Jesús hizo por nosotros hace 2000 años — y nos fijaremos más en cómo se ocupa de nosotros, nos encontraremos con Jesús en los pies sucios que nos abajamos para limpiar.
© 2024 por Terry A. Modica
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