Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Estar cerca de Jesús es ser sanado por Jesús — espiritualmente, primero que nada, pero también en otras áreas.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Lunes de la 14ta. Semana del Tiempo Ordinario
Julio 8, 2024
Oración para hoy:
Jesús, admito que algunas veces me dejo influenciar por el mundo porque aún me falta comprender, plenamente, cuánto me amas. ¡Sáname, Señor, de mi incredulidad! ¡Creo, Señor, pero aumenta mi fe! Amén.
¡ÚNETE A LA ORACIÓN COMUNITARIA!
Lecturas de hoy:
Oseas 2, 16-18.21-22
Salmo 144, 2-9
Mateo 9, 18-26
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/070824.cfm
Sanando la Infección de la Incredulidad
Estar cerca de Jesús es ser sanado por Jesús — espiritualmente, en primer lugar pero también de otras maneras. ¿Qué significa estar lo suficientemente cerca como para tocar el borde de su manto, como la mujer en el pasaje del Evangelio de hoy? ¿Cómo podemos llegar tan cerca de él en la vida cotidiana?
Requiere creer firmemente en quién es realmente Jesús.
El jefe de la sinagoga sabía quién era Jesús, así que para él fue fácil decir, “Por favor, ven a mi casa y ora por mi hija muerta y ella volverá a la vida.” El creía en Jesús, pero eso no era suficiente para hacer posible el milagro. Jesús tuvo que expulsar a los dolientes de la casa del hombre. ¿Por qué? Porque su incredulidad podría haber infectado la fe del padre.
¿Cómo ha infectado tu pensamiento, la incredulidad de la gente que te rodea y cómo ha reducido tu confianza en Jesús, en su constante amor por ti, o en sus planes para ti?
En la primera lectura de hoy, Dios habló a través del profeta Oseas sobre los hijos de Israel, que finalmente regresaron a una relación de pacto con él. “Cuando ocurra ese día”, dijo, “Me llamarán ‘Mi esposo’, y nunca más ‘Mi baal.'” Baal era el nombre de una muy antigua deidad, una deidad masculina a quien los israelitas se habían vuelto cuando perdieron la fe en Dios. Fíjate que en esta escritura “baal” está en minúscula para hacer hincapié en que se trataba de un dios falso.
Cuando carecemos de la suficiente fe en la cercanía de Jesús o no somos capaces de confiar plenamente en él cuando oramos, es porque estamos creyendo en un dios falso — tenemos una comprensión errónea de quién es Dios realmente y de lo mucho que a él le importamos.
Hasta cierto punto, todos tenemos falsas imágenes de Dios. Hasta cierto punto, ninguno de nosotros ha recibido suficiente amor incondicional de nuestros padres, nuestros cónyuges y otros seres humanos que hayan tenido autoridad sobre nosotros, por lo que, inconscientemente, asumimos que Dios nos amará sólo con la condición de que hagamos todo lo correcto. Suponemos que Dios hará milagros para nosotros sólo cuando digamos las oraciones correctas. Y muchos creen en su ira más que en su amor, viéndolo como un baal que puede infligir dolor.
Sabemos que Dios es amor pero nuestra comprensión de esto es limitada por nuestras experiencias, así que pensamos que Dios es menos de lo que realmente es.
Para obtener una buena y clara visión de lo que es Dios en realidad, lee 1 Cor. 13, 4-7. Léelo despacio, palabra por palabra (“el amor es paciente” y “el amor es bueno“, y así sucesivamente). Léelo de nuevo, cambiando la palabra “amor” a “Dios” y personalízala (“Dios es paciente conmigo” y “Dios es bueno conmigo”…). ¿Es ese el Dios que tú conoces? ¿Es ese el Dios a quien le oras? Si es así, entonces estás a los pies de Jesús, tocando el borde de su manto.
© 2024 por Terry A. Modica
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