Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
El gozo verdadero proviene de ser el socio de Dios como distribuidor de sus riquezas.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
28vo. Domingo del Tiempo Ordinario
Octubre 13, 2024
Oración para hoy:
Señor: que no pase de largo tu llamada por estar atado a mis seguridades humanas. Ayúdame a renunciar a todo aquello que me impida seguirte a ti. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Sabiduría 7, 7-11
Salmo 89, 12-17
Hebreos 4, 12-13
Marcos 10, 17-30
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101324.cfm
Compartiendo las riquezas de Dios
En la lectura del Evangelio de este domingo, Jesús le pregunta al hombre rico: “¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno.” Hay un doble mensaje allí.
Primero: si el hombre rico cree verdaderamente que Jesús es bueno y que sus enseñanzas son buenas (y no estaba sólo tratando de ganarse su amistad con adulaciones), y si había observado sus milagros y su vida sin pecado, entonces sería obvio para él que toda esa bondad era una prueba de que Jesús es Dios.
Segundo: la pregunta de Cristo le ofrece, a este hombre, una oportunidad de ser más humilde. Si verdaderamente cree lo que Jesús dice, entonces debería darse cuenta que, ya que sólo Dios es bueno, nadie más, incluido él mismo, obedece los mandamientos de manera perfecta. Tamaña concientización debería haber abierto su corazón a la verdad que Jesús explica a continuación:
“Hay sólo una cosa apartándote de ser santo como Dios: las ataduras terrenales. Para ser libre de este mundo y poseer sólo lo que pertenece al Reino de Dios, comparte tus tesoros.”
Nos está diciendo esto a todos nosotros, pero no nos está diciendo que nos volvamos indigentes. “Abandonar” todo lo que poseemos, significa estar dispuestos a entregarlo. Si es una cosa buena para poseer porque nos bendice, Dios quiere que lo gocemos, pero el gozo verdadero proviene de estar asociado con Dios, como distribuidores de sus riquezas. ¡Es la forma más plena de vivir! Y todos estamos llamados a vivir de esta manera.
Si permanecemos aferrados a las cosas terrenales, nos distanciamos de Dios y herimos a aquellos que se beneficiarían con nuestra generosidad. No obstante, para lograr la completa libertad de las ataduras, no podemos confiar sólo en nuestros propios esfuerzos. A menudo, es muy difícil soltar las cosas y estar dispuestos a compartirlo todo.
La buena noticia es que Jesús lo hizo posible al llevar nuestros pecados a la cruz y al compartir con nosotros su propio Espíritu Santo, el cual nos capacita para hacer todo lo que Él nos pide. Nuestras vidas sobre la tierra son más satisfactorias cuando nos atrevemos a compartir. Cuanto más damos a los demás en un espíritu de amor, más recibimos los tesoros del cielo. En realidad ¡nos convertimos en uno de los tesoros del cielo!
Preguntas para la Reflexión Personal:
En comparación con las formas santas de lidiar con las circunstancias de la vida que Jesús diseñó para nosotros, ¿qué tan diferente a Jesús – tan mundano – estás hoy? ¿Y qué tan divino es tu comportamiento? ¿Qué tesoros mundanos has abandonado? Elige una acción que te ayudará a desprenderte de los tesoros mundanos, esta semana.
Preguntas para Compartir la Fe en Comunidad:
Comparte la experiencia en que abandonaste un tesoro mundano, aunque realmente no querías desprenderte de él. ¿Qué te motivó a abandonarlo o a dejarlo ir? ¿Cómo te retribuyó Dios?
© Terry Modica, Good News Ministries
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