La naciente estrella de la victoria

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica

“Jesús quiere tu sonrisa para demostrarle a los demás que Su Victoria es real.”

Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Lunes de la 3ra. Semana de Adviento
Diciembre 16, 2024

Oración para hoy:

Abre mis ojos y mis oídos, Señor, para que sepa reconocer y aprovechar tu paso por mi vida. Amén.

¡MEJORA TU DÍA!
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Lecturas de hoy:

Números 24, 2-7.15-17
Salmo 24, 4-9
Mateo 21, 23-27
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/121624.cfm

La naciente estrella de la victoria

En la primera lectura de hoy, la profecía acerca del Mesías proviene de una fuente sorprendente: Balaam, que no era un profeta hebreo sino un ¡hechicero pagano! Pero Dios lo capacitó para que fuera  un verdadero Profeta – aunque brevemente – y pudo hacerlo por dos razones: (1) Balaam sabía lo suficiente sobre Dios para temerle y obedecerle, y (2) sirvió a los propósitos de Dios para proteger a su gente.

¿Qué te preocupa este Adviento? ¿Qué “jardín” en tu vida está estéril o marchito? ¿Qué ha sido bloqueado como un río con una represa? ¿En qué situaciones necesita Jesús, tu Rey, ser levantado y ensalzado? En otras palabras, ¿cuáles son tus ladrones de alegría?

Dios te promete que, a través de Jesús, florecerás como un jardín creciendo cerca de un arroyo. A través de Jesús, tu santidad se convertirá en un río que fluye libre. ¿Por qué? Porque Jesús es la estrella en ascenso (refiriéndose a su victoria sobre el pecado y la muerte) y el bastón (o el cetro) de Dios, lo que significa que él es rey sobre todo y tiene la autoridad para obtener lo que desea.

Esta autoridad fue desafiada por los sumos sacerdotes y ancianos en el pasaje del Evangelio de hoy. Pero nunca nadie puede desafiar la autoridad de Cristo y ganar.

Echa un vistazo al entorno histórico en que se desarrolló la historia en Números. Ocurrió cerca del final del viaje de 40 años de los israelitas por el desierto. Balaam había sido contratado por Balac, el rey de los moabitas, para derrotar a los israelitas mediante brujería, porque Balac sabía que no podía vencerlos con armas militares. Así Balaam partió para echar una maldición sobre ellos, pero cada vez que lo intentaba, Dios lo convencía de que, en su lugar, pronunciara una bendición.

Balaam advirtió entonces a Balac que sin importar lo que intentara hacer para conquistar a los israelitas, perdería; los israelitas serían victoriosos debido a un gran rey que vendría en un futuro lejano (es decir, Jesús).

Esto puede darnos ánimo hoy. No importa cuán derrotados nos sintamos, no importa que en algún lugar parezca que estamos perdiendo una batalla, Jesús es nuestro gran Rey que es siempre victorioso. ¡Esta es la fuente de nuestra alegría!

Por supuesto, queremos que Jesús venga a rescatarnos de nuestros problemas ahora, en este momento (y nos preguntamos por qué no nos rescató ayer), pero sus tiempos son siempre perfectos, más allá de nuestra comprensión. La victoria se gana en etapas, paso a paso.

Mientras esperamos, podemos tomar valor y experimentar la alegría de la Navidad diciendo a nuestros corazones preocupados que no importa cuánto parece que nos atacan, somos vencedores porque vivimos en Jesús y él vive en nosotros.

Dale  a Jesús tus jardines secos y tus ríos bloqueados. Dale todo lo que aún no está bajo su reinado.

Jesús tiene la autoridad para obtener lo que quiere. ¿Y qué quiere? ¡Él quiere que seas lleno de gozo! Quiere que vivas en la victoria que ya ganó por ti en la Cruz. Y quiere tu sonrisa para demostrar a los demás que su victoria es real.

© Terry A. Modica, Good News Ministries

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