[ Espíritu Santo ]
Carolyn Liff comparte cómo se acercó más a Jesús luego de que la pandemia COVID-19 cerrara su iglesia y ya no pudiera recibir a Jesús en el Sacramento de la Santa Eucaristía.
“Cuando estaba en Misa, a mediados de marzo, el sacerdote anunció que esa sería la última Misa, ¡y yo estaba atónita! No podía creer que la Iglesia Católica iba a cerrar sus puertas. Me fui de la Misa ese día con una sensación de tristeza y vacío, casi como sufriendo una pérdida.
Al día siguiente nuestros amigos nos enviaron un enlace a una Misa recientemente disponible en la Capilla del Obispo Robert Barron, y la escuché uniéndome a la Misa online que fue una experiencia diferente, pero me encantó el respeto en la Capilla, me encantó escuchar las lecturas, me encantó el sermón tan significativo, me gustó ver la Consagración de tan cerca, el momento más precioso y poderoso en nuestra Misa.
Y luego vino el momento de la Comunión, y en la pantalla apareció la Oración para la Comunión Espiritual. Yo la miré y sentí desilusión y ese deseo de Jesús, porque no podía recibirlo Sacramentalmente y recé la oración. Sentí, realmente, la presencia de Jesús confortando mi alma, sabía que estaba conmigo. Yo sabía que él me deseaba más, mucho más de lo que yo lo deseaba a él.
Aunque había leído la Oración para la Comunión Espiritual antes, nunca me había acostumbrado a decirla y creo que siempre dependí de recibir a Jesús Sacramentalmente, pero ahora que ya no era posible sólo tomé esa oración e hice el hábito de decirla desbordando de la Misa en las diferentes partes de mi día. Suelo detenerme y simplemente decir mi versión personal de la oración, porque no podía recordar las palabras justas, algo como: “Oh, querido Jesús, por favor ven espiritualmente a mi alma. Te deseo, te adoro, te amo.” Y luego me detenía, me sentaba en esa quietud y podía respirar las gracias de Dios.
Siento que la Comunión Espiritual ha sido mi gozo con Jesús durante esta pandemia. La Oración de Comunión Espiritual es una oración de deseo. Es una oración de confianza, de dependencia, una oración de fe, de esperanza, de amor, una oración de anhelo. Y sé que si tú dices esa oración, Jesús te bendecirá ricamente como me ha bendecido a mí. Las Comuniones Espirituales son mi gozo con Jesús.”
© 2020 por Carolyn Liff para Good News Ministries
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