[ el Espíritu Santo ]
Escucha la intervención milagrosa y compasiva de Dios en su trabajo, cuando Merle Pereira perdió su empleo y le fue negado injustamente el dinero que se le debía. (La transcripción está debajo.)
Quiero testificar que el Señor siempre es fiel y que me responde cada vez que lo invoco. Siempre lo he experimentado como una ayuda presente en tiempos de tribulación. Él ha obrado un gran número de milagros en mi vida, pero me gustaría hablar sólo de uno de ellos.
Mi jefe me pidió que presentara mi renuncia, a pesar de que yo no quería hacerlo, porque perdería un mes de salario y porque yo necesitaba el empleo. Pero, dado que mi jefe insistió en que renunciara y que me aseguró el mes de salario, yo presenté mi renuncia, confiando en que mi jefe haría lo que me había dicho.
Luego de un par de días, escribí al departamento de Recursos Humanos preguntándoles cuándo estarían listas mis cosas más el salario de un mes. Para mi sorpresa, el Depto. de RH dijo que no tenía derecho al salario de un mes ya que la renuncia provino de mi lado, yo les dije que me habían forzado a entregar mi renuncia con la promesa de mi jefe que me aseguraba que obtendría el salario de un mes, y que él informaría al departamento de RH sobre el tema. Yo tenía un correo en mi escritorio y en mi celular con su promesa del salario de un mes.
Mientras tanto, llevé este tema al Señor en oración.
Luego de unos pocos días, obtuve otro empleo y vi la mano del Señor, ya que no era posible siendo una ciudadana mayor y la posibilidad de lograr un empleo era muy remota. Tomé el empleo y una tarde, mientras esperaba el micro para regresar a casa, me sentí inspirada para ir y encontrarme con el CEO de la compañía anterior. Y fui a verlo sin una cita previa. Dado que el Señor me estaba guiando, la secretaria de este CEO me llevó hasta él rápidamente a pesar de su agenda muy ocupada y, más aún, porque al día siguiente debía viajar a Indonesia. Él aceptó verme. Entonces yo le conté todo.
Estaba bastante molesto por la forma en que me habían tratado y prometió que se encargaría de que todo lo mío fuera arreglado. Un par de días más tarde, no sólo recibí todo lo mío, si no que me dieron un monto adicional por petición del CEO.
© 2020 por Merle Pereira para Good News Ministries
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