Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Confía en las inspiraciones del Espíritu Santo y no en tus emociones personales o planes propios.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Viernes de la 33ra. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de Santa Rosa Filipina Duchesne, Virgen
Noviembre 18, 2022
Oración para hoy:
Toma mi vida, Señor, y límpiame de todo aquello que oscurece lo grandioso que hay de ti en mí. Amén.
Encuentra el Santo de hoy
BuenasNuevasCatolicas.org/santos-diarios
Lecturas de hoy:
Apocalipsis 10, 8-11
Salmo 119 (118), 14.24.72.103.111.131
Lucas 19, 45-48
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/111822.cfm
Dulces y un estómago amargo
Mi marido, Ralph, es bueno cocinando divertidos pasteles de cumpleaños. Cuando los niños eran pequeños (y nuestra cintura también), horneaba el pastel y luego cortaba dos capas o en por lo menos cuatro, luego juntaba las capas y les ponía los dulces favoritos: gomitas, chispas de chocolate, dulces, malvaviscos, coco, confites de azúcar coloreada y hmmmm… Creo que habría incluido helado con chocolate caliente si hubiera podido.
Cuando estaba embarazada de mi primer hijo (1980), mi cumpleaños llegó en la mitad de la etapa de las náuseas. Ralph me rogó que le dejara hornear un pastel. Como mi estómago se revolvía, sugerí pastel de ángel; es liviano y aireado, no tiene glaseado y por lo tanto es fácil de digerir. Estuvo de acuerdo. Lo cortó en capas y colocó gomitas, chispas de chocolate, dulce y – creo que sé cómo se sintió San Juan cuando el ángel le dijo en la primera lectura de hoy, “toma y come este rollo. Te sabrá dulce en los labios pero amargo en el estómago”.
El Salmo responsorial de hoy dice: “¡Qué dulce para mi es tu promesa!” La buena noticia de Dios siempre es maravillosa, pero cuando tenemos que compartir la verdad con aquellos que nos rechazarán, se revuelve el estómago. Jesús dijo la verdad en el pasaje del Evangelio, y los sumos sacerdotes, líderes y escribas conspiraron para acabar con él. ¿Quién puede soportar ese tipo de rechazo y luego hacerlo de nuevo?
Dios le dijo a Juan, “Tú debes profetizar”. Por nuestros bautismos, todos compartimos el rol divino de Cristo como Profeta. ¡Nosotros debemos profetizar! Pero no como adivinos; esa es una deformación torcida de Satanás. Y tampoco regañando a nadie con la verdad; eso es lanzar perlas a los cerdos, que Jesús advirtió que no hiciéramos. Ser un profeta significa hablar la verdad a quienes necesitan oírla, pero sólo cuando Dios elige el momento y nos da las palabras para hablar.
Somos responsables de cada palabra que utilizamos así como también de su uso indebido. Nosotros también somos responsables de cada palabra que nos pide que digamos y que no pronunciamos porque tenemos miedo que la reacción de alguien dañe nuestros estómagos.
Para ser la voz de Dios aquí en la tierra, debemos primero vivir la verdad, aprendiendo de las Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia, dejando que transformen nuestras vidas, y humildemente yendo a confesarnos por las veces que hemos rechazado la verdad. Puesto que no podemos comprender plenamente la verdad, debemos continuamente estudiar, aprender y vivir la verdad.
En segundo lugar, debemos permanecer en oración para discernir la voluntad de Dios, y en tercer lugar, debemos confiar en la inspiración del Espíritu Santo y no en nuestras emociones personales o planes propios.
Y cuando el dulce sabor de su Palabra se vuelve amargo en nuestro estómago, tenemos la satisfacción de saber que nos ha unido a San Juan y a Jesús.
Para más sobre este tema usa nuestro video: “Cómo mover la verdad de la cabeza al corazón” en gnm-media.org/move-truth-head-heart/ (Usa los subtítulos para ver la traducción al castellano).
© 2022 por Terry A. Modica
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