Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“El perdón es una elección, no un sentimiento.“
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Martes de la 3ra. Semana de Cuaresma
Marzo 14, 2023
Oración para hoy:
Señor mío: ayúdame a comprender que perdonar, es la llave que nos abre a tu amor que ansía llenar nuestras almas de tu santidad. Amén.
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Lecturas de hoy:
Daniel 3, 25. 34-43
Salmo 24, 4-9
Mateo 18, 21-35
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/031423.cfm
Perdonar, perdonar y perdonar… ¿otra vez?
¿Cuántas personas te han enseñado cómo perdonar setenta veces siete? Estos son los que en varias ocasiones — ¡a veces setenta veces en un día! — te dan oportunidades de practicar el perdón. Este método de aprender la lección del pasaje del Evangelio de hoy no es divertido. Pero hay una razón por qué Dios lo permite: estas personas necesitan tu gesto de misericordia más que otras. En la gran preocupación de Dios por ellos, los puso en tu camino. (Gracias Dios mío, pero ¿no podías haber escogido a otra persona?)
Estas personas están en desesperada necesidad de amor incondicional; han recibido menos de lo que hemos recibido nosotros, y por eso se comportan tan mal. En muchos casos, nunca recibieron un amor verdadero; su única experiencia de “amor” es en realidad codependencia, control o soborno emocional.
En algunos casos, la enfermedad, las adicciones, la opresión demoníaca o las enfermedades mentales, les ha robado la capacidad de recibir amor cuando se les está dando realmente.
Nadie puede darnos lo que no tienen. Sólo pueden darnos lo que tienen, y por desgracia, es dolor… ¡y un montón!
Por otro lado, podemos darles el perdón que hemos recibido de nuestro amoroso Padre, el “rey que arregló cuentas con sus funcionarios” de la parábola. Sabemos qué es el amor, porque nosotros mismos nos hemos abierto al amor generoso de Dios, y por lo tanto, tenemos la responsabilidad de compartir con los que menos tienen.
Pueden asumir que saben qué es el amor, pero no saben cómo reconocer el amor verdadero, incondicional, como el de Cristo, así debemos persistir y perdonar y persistir y perdonar hasta que finalmente– ¡finalmente! -nuestro amor rompa las barricadas de sus corazones.
Entonces, cuando vuelven a sus viejas costumbres, les perdonamos otra vez. Nuestra persistencia podría ser la única verdadera conexión a Jesús que ellos tienen.
Sin embargo, no podemos lograrlo solos. Se necesitan otras personas también, incluyendo consejeros, doctores o terapeutas. A veces Dios nos dice que hemos hecho lo suficiente y es hora de hacernos a un lado para que les pueda ayudar a través de otra persona.
El proceso es largo. Tenemos que pedirle a Dios que nos dé un amor sobrenatural para estas personas. Cuando queremos renunciar prematuramente, podemos mirar a Jesús colgado en la Cruz por nosotros. Él no se dio por vencido con nosotros. Si verdaderamente queremos seguirlo, tenemos que ser como él. Uniendo nuestros sufrimientos a su cruz, estamos íntimamente unidos a su poder redentor.
Ora por aquellos que están causándote dolor; elige perdonarlos. El perdón es una elección, no un sentimiento. Y tenemos que hacerlo ahora, no cuando (o si) se arrepienten. Jesús no retrasó su camino al Calvario con la esperanza de que la humanidad pudiera arrepentirse antes de que él fuera colgado por nuestros pecados. Síguelo en el espíritu de perdón y recuerda: ¡después de la crucifixión siempre hay resurrección!
Para más sobre este tema, lee nuestro PalabrasVivas: “La Misericordia de Dios: ¿Es muy difícil perdonar?” en https://buenasnuevascatolicas.org/espiritualidad-de-la-pasion-muy-dificil-perdonar/
© 2023 por Terry A. Modica
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