Cómo tener familias santas

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica

“Podemos honrar y reverenciar a nuestros padres respetando sus personas, incluso mientras rehusamos cooperar con sus pecados.”

Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Fiesta de la Sagrada Familia
Diciembre 30, 2022

Oración para hoy:

Tus planes y tus tiempos, Señor, son perfectos. Ayúdame a creer en ti más allá de mi entendimiento y mi visión de los acontecimientos. Amén.

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Lecturas de hoy:

Sirácides 3, 2-6.12-14
Salmo 128 (127), 1-5
Colosenses 3, 12-21
Mateo 2, 13-15.19-23
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/123022.cfm

Cómo tener familias santas

Las lecturas para este día de fiesta nos instruyen sobre cómo tener familias santas. La lectura de Sirácides le dice a los niños (jóvenes y viejos) que “honren” y “reverencien” a sus padres, que sean considerados con ellos cuando se hagan viejos y débiles y sean amables con ellos aunque no los amen bien. No dice que tenemos que obedecer a nuestros padres todo el tiempo. Esta escritura nunca usa la palabra “obedecer”.

Debemos obedecer a Dios, y si un padre nos instruye a hacer lo que Dios quiere que hagamos (como en el salmo responsorial), obedeciendo a mamá o papá, estamos obedeciendo a Dios, pero si un padre desobedece a Dios, no lo sigan en el pecado. Podemos honrar y reverenciar a nuestros padres respetando su condición de persona aun cuando se niegan a cooperar con sus pecados.

La lectura de Colosenses nos instruye a “revestirnos del amor, el vínculo de la perfección”, y nos asegura que la paz de Cristo controla nuestros corazones. ¿Cómo? San Francisco de Sales lo expresó de esta manera: “No tengas prisa, haz todo en silencio y con espíritu tranquilo, no pierdas tu paz interior por nada, aunque todo tu mundo parezca molesto”.

El versículo 18 no dice que las esposas deben hacer esto obedeciendo a sus maridos como si estuvieran en una relación padre-hijo. Para entender esta Escritura, reemplace la palabra “subordinado” o “someta” con “acepte su protección amorosa”. Dios ha puesto al marido a cargo de proveer protección a la familia (por eso en la lectura del Evangelio es José, no María, a quien se le dio el sueño). Esto incluye la protección espiritual, enseñando santidad y llevando a la familia al cielo. En otras palabras: el esposo está a cargo de proveer el amor radical de Dios a la familia.

Note que al esposo se le manda amar a su esposa. ¿Por qué no se le dice a la esposa que ame a su marido? Porque por naturaleza es criadora y cuidadora. Pero el hombre, creado para proteger, es por naturaleza un guerrero. Para ser santo, el esposo supera su instinto innato de protegerse a sí mismo para que pueda hacer sacrificios amorosos para proteger a su familia -como Jesús.

Cuando una esposa se somete a la protección de su esposo, si él es el hombre que Dios creó para serlo, se está colocando en la protección de Dios. Y el esposo le está dando el amor radical de Cristo.

© 2022 por Terry A. Modica

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