Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Lo que nos bendice a nosotros, también puede bendecir a los demás más allá de lo que podemos imaginar.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Jueves de la 4ta. Semana de Adviento
Diciembre 22, 2022
Oración para hoy:
Tú eres fiel a tus promesas, Señor. Tú te manifiestas a los corazones sencillos que buscan la Verdad. Alabado seas amado Señor, porque Tú tienes planes maravillosos para mi vida. Amén.
Encuentra el Santo de hoy
BuenasNuevasCatolicas.org/santos-diarios
Lecturas de hoy:
1 Samuel 1, 24-28
1 Samuel 2, 1. 4-8
Lucas 1, 46-56
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/122222.cfm
Tu Magníficat es tu símbolo de fe
Fíjate en las similitudes entre la madre de Samuel (en la primera lectura de hoy) y la madre de Jesús. Ambas dieron a luz a hijos muy especiales que llegarían a ser sacerdotes, profetas y grandes líderes del pueblo. Ambas madres hicieron el sacrificio de amor más grande y difícil – renunciar a sus hijos, para que Dios pudiera trabajar a través de ellos. Y ambas experimentaron una tremenda alegría del Señor.
¿Tienes la misma alegría que María expresa en el Magnificat (en la lectura del Evangelio de hoy)?
Aunque Ana había pasado muchos años orando para que Dios le diera un hijo, sacrificó el regalo dándoselo nuevamente a Dios. Y así su hijo se convirtió en uno de los grandes sacerdotes de Israel. Fue él quien ungió (coronó) al primer rey de Israel, Saúl y posteriormente ungió a David para reemplazar a Saúl.
¿Recuerdas los resultados finales del ministerio de Samuel? ¡Jesús el Mesías vino desde la línea de David!
María también sacrificó su regalo devolviéndoselo a Dios, primero cuando él se marchó de casa para comenzar su ministerio y luego más dolorosamente en la Cruz. ¿Y si no lo hubiera hecho? ¿Y si hubiera conservado a Jesús todo para sí misma?
¿Por qué guardamos para nosotros mismos los dones que Dios nos ha dado? A través de los talentos y las personalidades que él creó en nosotros, nos ha dado todas nuestras cosas, nuestras casas y nuestros ingresos. También nos ha dado nuestro tiempo y nuestros hijos. Pero ¿qué tan generosos somos con estas bendiciones? En fe, somos libres de ser generosos; ¿cuán fuerte es nuestra fe? La fe nos abre al don del amor de Dios en la misma medida en que compartimos nuestros dones con los demás, porque nos preocupamos por ellos.
Las bendiciones siempre se multiplican cuando las compartimos: lo que nos bendice a nosotros puede también bendecir a otros más allá de lo que podemos imaginar. Esto a su vez bendice a Dios.
¿Qué tan dispuestos estamos a sacrificar nuestro tiempo o dinero por el Reino de Dios? ¿Cuántos niños se convertirían en sacerdotes o consagrados religiosos si no fuera por sus padres que influyen en ellos para que se casen y les den nietos?
No es sacrificio si es fácil, pero ¡oh! ¡Las bendiciones maravillosas que produce! Qué maravilloso es participar en los planes de Dios.
¿Quieres que todo tu ser proclame la grandeza del Señor? ¿Quieres que tu espíritu encuentre el gozo en Dios tu Salvador? ¿Quieres dejar una marca tan amorosa en este mundo que las generaciones futuras te llamen bendito? ¿Quieres conocer a Dios como el poderoso que hace grandes cosas para ti?
El Magníficat de María también puede ser nuestro canto, si soltamos nuestros propios planes y opiniones, o cuando nos alejamos de las relaciones o puestos de trabajo que son contrarios a nuestra amistad con Dios, si rompemos las adicciones que se han convertido en nuestro dios, o si dejamos programas de TV que le dan gloria a la inmoralidad, o si dejamos a un lado las novelas mundanas para leer libros espirituales, o si donamos más de nuestro dinero a la iglesia y a los pobres y a los ministerios religiosos.
Cuanto mayor sea el esfuerzo que se necesite para amar sacrificialmente, más te habrás introducido en la vida de fe que deja brotar el amor de Jesús para bendecir al mundo a través tuyo.
Para más sobre este tema, usa nuestra oración: “Nuestro Magníficat: La grandeza del Señor” en gnm-es.org/rezo-indice/oraciones-nuestro-magnificat/.
© 2022 por Terry A. Modica
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